El Concello inicia el derribo del muro y la Iglesia lo completará

El Concello inició este jueves la eliminación del muro que presentaba «serio riesgo de derrumbamiento sobre la acera en la calle Dolores Ibárruri», cerca de la playa de Santa Cruz, como había advertido en varias ocasiones al propietario, el Arzobispado. Tras varias demandas a la institución eclesiástica para que actuase, el Ayuntamiento dio un ultimátum la semana pasada: le concedió 48 horas para derribar el muro, plazo que empezaba a contar este lunes, día 2.

El Concello tirará una parte del muro y pasará la factura al Arzobispado, que se ha comprometido a demoler la otra parte, explicó el alcalde, Ángel García Seoane. Apunta que la Iglesia «tendrá que asumir también los gastos derivados del vallado de la zona» que efectuó el Ayuntamiento por precaución. El Gobierno local defiende que, «además del peligro la ciudadanía, se estaba impidiendo el tránsito de peatones e invalidando numerosas plazas de aparcamiento».

El alcalde explicó al dar el ultimátum que tomaba esa medida después de «meses requiriendo» al Arzobispado que tomase medidas ante el «serio riesgo de derribo sobre la calle». Fuentes de la Iglesia señalaron que estaba en marcha la redacción del proyecto, pero el Concello consideró que la situación de deterioro del muro no permitía esperar más, según los informes de los técnicos municipales, por lo que emprende la obra con carácter subsidiario.

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