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«No debemos permitir que sus memorias mueran con ellos»

Los restos de los represaliados José Galán Núñez y Manuel Ramiro Souto fueron entregados este lunes a sus familiares y enterrados en el cementerio de Almeiras

Culleredo

«Hoy termina un capítulo de nuestra historia familiar». Así definía Alberto Gómez, sobrino de José Galán Núñez, Dereito, la recuperación de los restos de su tío tras más de 70 años buscando su cuerpo. Él y Manuel Ramiro Souto, dos guerrilleros antifranquistas represaliados, por fin descansan en su casa, la parroquia de Almeiras, en el municipio de Culleredo.

Entre muchas lágrimas y abrazos los familiares de José Galán recordaban a una persona «buena, sensible e inteligente», que bromeaba con su hermana Lolita y a la que, cuando huyó a los montes tras desertar del ejército a principios de los años 40, su madre fue a buscar a escondidas.

«Hoy Pepe descansa contigo para siempre», dijo Alberto Gómez recordando a su abuela, que terminó siendo desterrada y trasladada a Corrales del Vino, en Zamora, junto con una de sus hijas. Con la voz rota, Gómez pidió a los vecinos que no olvidaran que su tío fue «asesinado por defender la libertad y la igualdad social».

Los restos de José Galán. |  Casteleiro/ R. A.

Los restos de José Galán. | Casteleiro/ R. A.

Con la bandera republicana en mano, Teresa Ramiro, prima de Manuel Ramiro, pidió en su discurso «un mundo más justo» que comenzara con ese acto de conmemoración. Ramiro recordó las represalias que habían sufrido varios miembros de familia, y sus historias de «lucha y valentía». «No debemos permitir que sus memorias mueran con ellos», dijo. Ramiro también agradeció la colaboración de los vecinos de Visantoña, que durante las exhumaciones del año pasado, les explicaron lo que sabían de sus familiares. «Fue una sensación como si se sintiesen gratamente liberados al poder contarnos un secreto un largo tiempo escondido», recordó.

Las familias, en un acto en el Ayuntamiento cullederense este lunes, recibieron, además, los objetos con los que ambos habían sido enterrados en una caja de pino verde en la parroquia de Visantoña, en Mesía. Fueron encontrados durante las exhumaciones de una fosa común en la parte posterior de la iglesia de la parroquia el pasado agosto. Según confirman las investigaciones llevadas a cabo por historiadores y voluntarios de la Asociación por la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH), los guerrilleros fueron abatidos por la Guardia Civil el 22 de junio 1952 en la misma parroquia mientras estaban escondidos. Los cuerpos fueron encontrados junto con proyectiles del mismo calibre.

Entrega en Culleredo de los retos de dos guerrilleros represaliados por el franquismo

Entrega en Culleredo de los retos de dos guerrilleros represaliados por el franquismo / Casteleiro / Roller Agencia

Entre los objetos recuperados estaban las botas con las que ambos fueron asesinados. «Son un enorme símbolo de hace adonde caminaron. El símbolo de la lucha del pueblo gallego hacia su libertad», apuntó Emilio Silva, presidente de la ARMH, que afirmó que «deberían estar expuestas en una vitrina del Parlamento gallego». «Aquí falta muchísima gente», aseveró Silva, que enfatizó la importancia de este tipo de actos de conmemoración para recordarle a las generaciones más jóvenes lo que les ocurrió a aquellos que lucharon por la democracia y enseñarles que esta no surge por «generación espontánea».

«Este es un acto de recuperación de la memoria y reparación del futuro», manifestó el alcalde de Culleredo, José Ramón Rioboo, durante su intervención, que también agradeció el papel «fundamental» del historiador municipal, Carlos Pereiro, a la hora de dar con los restos. El regidor afirmó que las parroquias de Almeiras, en Culleredo, y Visantoña, en Mesía, «quedan hermanadas de por vida». Su homólogo en Mesía, Mariano Iglesias, destacó que «siento un tremendo agradecimiento y un reconocimiento profundo por las ideas que defendieron con su vida las personas que hoy homenajeamos». Iglesias también reivindicó seguir trabajando en la recuperación de la memoria histórica, afirmando que «tenemos que mirar de conservar la memoria para no volver cometer errores que nunca debieron acontecer».

Bea a de Estrela fue la encargada de ponerle el punto musical el acto con su canción Alborada dos nomes sen medo, durante la que Lolita, la hermana de José Galán, no pudo reprimir las lágrimas recordando a su hermano mayor.

Familiares de José Galán. |  Casteleiro/R. A.

Familiares de José Galán. / Casteleiro/ RollerAgencia

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