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Tres años y medio de cárcel por arrollar a un guardia civil en un control en Sada

El hombre embistió frontalmente a un agente y el impacto lo lanzó a más de ocho metros de distancia | Se le acusa por un delito de lesiones y abandono del lugar del accidente

Dos agentes durante un control de alcoholemia. |  Iñaki Osorio

Dos agentes durante un control de alcoholemia. | Iñaki Osorio

Sada

La Audiencia Provincial de A Coruña ha condenado a tres años y medio de prisión a un hombre por arrollar con su vehículo a un agente de la Guardia Civil cuando trataba de eludir un control de alcoholemia en Sada.

A petición de la defensa y con el informe favorable del Ministerio Fiscal, la Sala ha acordado suspender la ejecución de las penas privativas de libertad durante cinco años, al acreditarse que el acusado se encuentra en tratamiento de deshabituación alcohólica en una clínica. Durante ese periodo, no podrá delinquir ni abandonar el tratamiento, bajo apercibimiento de revocarse la suspensión.

Los hechos ocurrieron durante la madrugada del 11 de diciembre de 2021, cuando el acusado, que había ingerido bebidas alcohólicas, se aproximó al control establecido por el Subsector de Tráfico de la Guardia Civil en el punto kilométrico 582,5 de la carretera N-VI.

Al percatarse de la presencia policial, el conductor decidió saltarse el control y huir, pese a las órdenes de detención emitidas por los agentes. En su huida, el hombre embistió frontalmente a un guardia civil que se encontraba «debidamente uniformado y visible». El impacto lanzó al agente a más de ocho metros de distancia, causándole diversas lesiones que precisaron tratamiento médico y quirúrgico.

Delito de lesiones y abandono del lugar del accidente

La Sección Primera de la Audiencia Provincial le considera autor de un delito de atentado agravado por el uso de vehículo a motor en concurso con un delito de lesiones, y de otro por abandono del lugar del accidente.

Por el primero, se le impone una pena de tres años y un día de prisión, además de una multa de doce meses a razón de seis euros diarios. Por el delito de abandono, se le suman otros seis meses de prisión y cuatro años de privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores, lo que conlleva la pérdida de su permiso de conducción durante este tiempo.

El tribunal también condena al conductor al pago de las costas procesales, incluidas las de la acusación particular, y establece que la aseguradora del vehículo responda como responsable civil directa de las indemnizaciones correspondientes.

El hombre, que conducía el coche de otra persona en el momento en el que tuvieron lugar los hechos, aceleró el vehículo superando los 40 kilómetros por hora permitidos en la vía. El impacto contra el agente de tráfico produjo además la rotura y la abolladura hacia dentro del parabrisas del vehículo y daños en el capó y en el techo del mismo.

El conductor huyó en el polígono de Bergondo

Tras el atropello, el hombre no se detuvo ni auxilió al agente herido, abandonando el lugar y escondiéndose mientras tanto en el polígono de Bergondo, donde fue posteriormente localizado por la Guardia Civil. En el momento de su detención presentaba síntomas evidentes de embriaguez, con una tasa de 0,52 miligramos de alcohol por litro de aire espirado.

La sentencia también aclara que en el momento de los hechos había «buena visibilidad» a pesar de ser de noche y haber una lluvia «débil». Los agentes vestían ropas reflectantes y portaban linternas reglamentarias. El furgón policial tenía encendido el puente lumínico y en la vía no existían obstáculos aparentes.

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