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CULLEREDO

Desafío gastronómico en Ledoño: ¿te atreverías a comer siete kilos de tortilla en 30 minutos?

«Comenzó de broma con un cliente que decía que él solo se come una de mis tortillas y, si le apretaba un poco, dos», cuenta la dueña de Casa Marabina, que ofrece 500 euros de premio a quien se termine los dos platos y un ración de pimientos

Así se hace la tortilla de Casa Marabina

Casteleiro

Culleredo

Tres kilos de patata, 18 huevos y unos 10 gramos de sal. Esos son los ingredientes básicos de las cuatro tortillas que cada mañana preparan en Casa Marabina, en Ledoño, para los desayunos y que, asegura su dueña, Mailín Romero, conocen y aprecian «en toda la vuelta». Fruto de este éxito y de un vacile con un cliente habitual surgió la idea de crear un reto solo a la altura de comensales con buenísimo saque: comer dos tortillas —unos siete kilos en total— y una ración de pimientos de padrón en media hora. Por ahora hay ya 8 inscritos para el concurso, que será el próximo 31 de octubre a las 20.00 y que reportará al vencedor, si lo hay, 500 euros de premio: 300 en metálico y 200 en vales para comer en el local.

«Comenzó en plan broma por un cliente, porque nuestras tortillas son bastante grandes y todos los días por la mañana hago cuatro de diferentes ingredientes, y este cliente a veces decía: ‘Bueno, tampoco es tan grande, yo solo me como una y, si me aprietas un poco, me como dos’. Y era broma hasta que un día dije: ‘Voy a hacer un concurso y a ver si te das comido las dos tortillas'. Y viene de ahí», cuenta la propietaria del negocio. Apunta, además, que las dos tortillas del reto serán una básica, solo de patata y huevo, y otra de carne de cocido.

Pochar la patata a fuego lento es la clave, apunta Romero, para que las tortillas queden jugosas. «Si la apuras mucho, la patata se vuelve puré y, si se vuelve puré, suelta muchos almidones y absorbe mucho el huevo y queda muy seca», explica. Venezolana de origen, explica que aprendió a preparar este plato tan típico de la cocina española y gallega a base de «ensayo y error».

Si algún valiente más quiere asumir el reto, debe inscribirse en el propio establecimiento, cubriendo un formulario, y pagar 30 euros «que cubren la materia prima y la bebida que tome ese día». «Y venir con muchísima hambre ese día, que buena falta les va a hacer», avisa la propietaria.

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