José Manuel Iglesias, empresario: «Es increíble que nuestros parques hayan llegado a todos los continentes desde Cerceda»
La empresa Galopín, especializada en el diseño y fabricación de piezas de juegos públicos, acaba de recibir un premio de la Diputación por sus proyectos «inclusivos e innovadores»

Jose Manuel Iglesias, director general de Galopín / LOC
La empresa Galopín, ubicada en el polígono de O Acevedo, en Cerceda, acaba de recibir un accésit de los Premios PEL de la Diputación por su impacto en la creación de espacios de juego público, inclusivos y solidarios después de más de 40 años creando parques infantiles por todo el mundo. Su director general, José Manuel Iglesias (Montevideo, 1959), es hijo de una pareja de gallegos emigrados que regresó a su tierra para «hacer realidad» sus sueños y crear «comunidad» alrededor de los parques. Galopín se encarga ahora desde el diseño hasta la fabricación de sus piezas, las cuales exporta a más de 50 países.
¿Cómo reciben este reconocimiento?
La verdad es que es un honor y un motivo de orgullo. Tenemos que estar agradecidos tanto al jurado como a la Diputación por habernos reconocido con ese premio. Aún recuerdo con mucho cariño cuando ganamos un concurso europeo con un parque para el entorno del Mandeo, que fue uno de los primeros que recibimos, y al lado de casa.
Galopín nació hace más de 40 años como una empresa local que hoy exporta a más de 50 países. ¿Cuál fue la clave para dar ese salto internacional?
Es cierto que a día de hoy estamos en todos los continentes, y es increíble. Siempre hemos pensado en llevar nuestros diseños por el mundo, porque buscamos aportar innovación, diseño, calidad y un concepto muy riguroso. A la hora de crear nos basamos en aspectos psicológicos y pedagógicos. Pensamos en el espacio urbano como un instrumento para mejorar la sociedad.
¿Se han encontrado con un mercado muy exigente?
Desde luego. Y es entonces cuando tienes que pensar en cómo debes actuar. Nosotros hemos hecho el parque más grande del Reino Unido, y es un país donde hay fabricantes con mucha tradición. Somos una empresa modesta, local, situada en una región periférica, pero eso incentiva a buscarte la vida en nuevos mercados. En nuestro caso trabajamos con dos líneas de trabajo: una de producto editado, de catálogo, y otra de productos más exclusivos.
¿Cómo fueron los inicios en el polígono de Cerceda?
Inicialmente empezó siendo una empresa muy artesana, en la que yo y unos pocos colaboradores hacíamos de todo. Desde los diseños, hasta construcciones a mano. Pero las cosas han cambiado mucho, y ahora tenemos más de un millón de referencias de piezas que se combinan en diferentes modelos, que tienen que estar sujetos a una documentación técnica muy precisa. A día de hoy contamos con una base de ingeniería muy potente, y somos un equipo de unas 50 personas.
¿Qué es lo que diferencia sus parques de otros más convencionales?
Esencialmente los preceptos pedagógicos en los que nos basamos. Nosotros sabemos perfectamente cómo utilizar los colores primarios, el diseño figurativo para niños pequeños. Y, conforme los niños se van haciendo mayores, empleamos colores más abstractos. También tenemos la mirada puesta en la diversidad funcional.
¿Y cómo ha sido adaptarse a los nuevos tiempos?
Es algo natural. Los niños ahora están más absorbidos por las redes sociales, y nuestra función es conseguir que dejen de lado sus teléfonos móviles y que aprendan a volver a jugar.
Personalmente, ¿qué le llevó a poner en funcionamiento una empresa de parques?
Todo empezó cuando tenía 19 años. En ese momento me fui a vivir al campo, me compré una casa arruinada que fui arreglando poco a poco en Uxes. Tiempo después, me di cuenta que había un terreno que estaba abandonado cerca de la vía del tren en el que la gente tiraba de la basura. Fue entonces cuando les propuse a los demás vecinos utilizar la misma fórmula para limpiar y ajardinar ese terreno. Y eso transformó el entorno y ayudó a crear comunidad e incluso una asociación que perdura a día de hoy. Hacíamos actividades de todo tipo. Treinta años después me di cuenta de que aquella experiencia se había convertido en una forma de vida para mí.
¿Cuál ha sido el mayor reto personal al que se ha enfrentado durante su carrera?
No sé cual ha sido el mayor reto, pero lo que saco en claro es que no triunfa ni el más trabajador ni el más inteligente. Todo eso es súper relevante, pero pienso que lo más importante de todo es aprender a digerir las cosas buenas, y relativizar las malas.
¿Cuál es el parque del que se siente más orgulloso?
¡Uy! Es como si le preguntas a un padre a una madre a qué hijo quiere más. Uno de los que más es el parque de Reino Unido, que está dedicado a las emociones y está formado por torres que se comunican. Es un referente a nivel mundial. Pero hasta en la India o en Carballo tenemos parques pioneros, y es muy complicado quedarse con uno solo.
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