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Colección de fósiles y minerales en Cambre: "Te podría decir de dónde viene cada piedra; cada una es un viaje, una aventura, un intercambio"

Una muestra de animales y plantas que vivieron en otros tiempos y lugares volverá en noviembre a Cambre, a la sede del club Troglobios, tras mostrarse una última semana, hasta el jueves 30, en la biblioteca González Garcés de A Coruña, donde la han visitado cientos de personas en el último año

Ricardo Romar ‘Richi’, con un molar de mamut. |

Ricardo Romar ‘Richi’, con un molar de mamut. | / LOC

Cambre

El molar de un mamut recogido por pescadores en el Mar del Norte, el fósil de un animal extinto como un trilobite recogido en Marruecos o minerales fluorescentes que brillan bajo la luz ultravioleta son algunas de las piezas más llamativas de la exposición cedida por Ricardo Romar Richi, presidente del Club de Espeleología y Montaña Troglobios, de Cambre, a la biblioteca Miguel González Garcés de A Coruña, en la que trabaja y donde se ha exhibido durante casi un año y se puede ver hasta el próximo jueves, día 30. Al término de este mes, la colección volverá a la sede del club, en Anceis, para «enseñarles a los socios los tipos de piedras, en plan didáctico», cuenta Romar, recién aterrizado de un vuelo en parapente en la playa de Razo, este sábado.

Minerales de calcita y fluorescentes. |  LOC

Minerales de calcita y fluorescentes. | LOC

El club organizan actividades deportivas diversas, como espeleología, barranquismo o escalada, y de invierno, como snowboard, además de rutas geológicas más asequibles para familias. «Está todo muy relacionado, los tipos de rocas y minerales con nuestros deportes. Básicamente, son todas en montaña. Cuando hacemos escalada es muy importante saber el tipo de grietas que se pueden formar, saber si un tipo de piedra es seguro o no. Y en barranquismo y espeleología», señala Romar. De estas rutas proceden parte de las piezas de la exposición. «Un fósil de un trilobite me lo encontré en Marruecos caminando. No me lo esperaba y fue en mi primer viaje a Marruecos. Aluciné de que los hubiera por allí en la tierra tan fáciles de ver y de coger», recuerda uno de sus hallazgos más especiales en el país vecino, «un paraíso» para los amantes de los fósiles. Otras piezas vienen de más cerca. «Hicimos una ruta en León, que son cientos de minas abandonadas, ahora ya las están tapando, y son escombreras gigantes del Carbonífero —quinto periodo de la era paleozoica, que abarca desde hace 360 millones de años hasta hace 286—. Ves cientos de helechos, de las plantas que habitaron el Carbonífero, y sigillarias, que se pueden ver en la colección que tenemos, que con como unas palmeras que había en esa época y ya no las hay», detalla.

«Te podría decir de dónde viene cada piedra, porque cada una es un viaje, una aventura, un intercambio con una persona de un lugar, asegura Romar sobre los «cientos» de ejemplares que tiene. Y confiesa divertido que no se atreve a estimar una cifra: «Lo mío es como diógenes».

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