por Cecilia Vega |
Los españoles cada vez tenemos más perros y gatos como compañeros de vida. Hasta el año pasado se registraron 13 millones de mascotas en el país, de las cuales un 93% son perros, un 6%, gatos, y el resto, mayoritariamente conejos. Esta cifra, ofrecida por la Red Española de Identificación de Animales de Compañía (REIAC), evidencia una realidad: En España hay más perros que menores de 15 años. Si a los 13 millones identificados con el correspondiente microchip sumamos los canes y felinos sin registrar, aves, peces, hurones y otros animales, la cifra superaría los 20 millones.
Los que hemos compartido vida con gato y ahora lo hacemos con un perro (o dos) sabemos de sobra el porqué de estos números e insistimos en los beneficios psicológicos y fisiológicos que aportan. Mejoran nuestra salud, nos hacen ser más responsables, reducen el estrés, ahuyentan la soledad, hacen la vida más divertida… Gatos y perros son generadores de felicidad.
Pero, en el otro lado de la balanza, nuestros compañeros de cuatro patas también enferman, pueden sufrir un accidente, perderse o liar una buena a terceras personas. No nos engañemos, mantener a un animal y darle todos los cuidados necesarios no es barato y los contratiempos, desgraciadamente, ocurren. Los dueños somos cada vez más conscientes de los gastos –previstos e imprevistos- que generan nuestros amigos, les queremos y cuidamos como miembros de la familia y, quizá por ello, el número de pólizas contratadas para asegurar animales no ha hecho más que crecer en los últimos años.
“En el ramo específico de animales de compañía tenemos unos 40.000 perros y gatos asegurados. Un 5% corresponde a gatos”, indica Teresa Vaquerizo, técnico de Desarrollo de Negocio de Hogar y Animales de compañía en MAPFRE. A ellos habría que sumar “los animales cubiertos por las pólizas de Hogar”, detalla.
Existen en el mercado diferentes seguros diseñados para garantizar la protección y bienestar de perros y gatos y, por ende, la tranquilidad de los que les cuidamos. ¿Qué coberturas tienen los seguros?, ¿son obligatorios?, ¿cuánto cuestan?, ¿sirven para pagar el veterinario?, ¿puedo asegurar a mi perro viejito?, ¿qué pasa si mi gato rompe el sofá?, ¿y si alguien se tropieza con la correa y se cae? Vamos a contestar a 15 preguntas frecuentes sobre los seguros para animales de compañía.
Estos seguros incluyen diferentes coberturas. Por un lado, tenemos la responsabilidad civil, es decir la cobertura de las lesiones corporales y/o daños materiales (ya sean a personas, perros, gatos o cosas) que tu animal ocasione a terceros, hasta el límite establecido que aparezca en la póliza. Otra cobertura es la de asistencia sanitaria, por enfermedad y/o accidente. Además, las pólizas pueden incluir otras garantías como indemnización en caso de robo o extravío, defensa jurídica y cobertura de gastos judiciales ante denuncias relacionadas con el animal, reembolso de los gastos de estancia en una residencia en caso de hospitalización del propietario, cobertura de los gastos de sacrificio y eliminación del cadáver, etc.
En términos generales en España no es obligatorio contratar un seguro para las mascotas, salvo el seguro de responsabilidad civil en el caso de propietarios de perros considerados PPP (perros potencialmente peligrosos) y sus cruces. Como excepción, en la Comunidad de Madrid es obligatorio que todos los perros cuenten con este seguro, aunque no sean de los denominados como PPP. En esta comunidad se sanciona con multas a los dueños y dueñas que no cuenten con este seguro.
Tanto perros como gatos deben estar vacunados, censados e identificados con microchip.
Si tienes un perro de raza considerada potencialmente peligrosa (PPP) o un cruce, estás obligado por ley a contratar un seguro de responsabilidad civil, además de cumplir unos requisitos que deberás demostrar mediante la adquisición de la licencia y certificados correspondientes. Ten en cuenta que las razas que entran dentro de esta clasificación pueden variar de una Comunidad a otra, al igual que el capital que debes contratar, nunca inferior a 120.000€.
Se dice que tienen 7 vidas, que son equilibristas, que siempre caen de pie... pero todos estos mitos se pueden venir abajo al mismo tiempo que tu gato se coloca en el vano de la ventana, pierde el equilibrio y cae desde las alturas. En ningún caso es obligatorio contratar un seguro para los gatos y, en la práctica, es más infrecuente, pero más allá de las enfermedades habituales (sobre todo aquellas relacionadas con el aparato urinario), contar con un seguro de asistencia veterinaria y responsabilidad civil puede venir bien en caso de que tu gato se una al club de los gatos “paracaidistas” o “excursionistas”.
La responsabilidad civil cubre las lesiones corporales, daños materiales y sus perjuicios consecutivos (ya sean a personas, animales o cosas) causados a terceros, pero no los que te ocasiona a ti, tu pareja, padres, hijos, nietos o a cualquier persona que acepta la custodia de tu mascota. Por ejemplo, si tu vecino o una persona que pasa por la calle tropieza con la correa de tu perro, se cae y se rompe un brazo, este daño estaría cubierto y se le indemnizaría. Si le rompe el felpudo o araña la puerta, también estaría cubierta la sustitución del felpudo y la reparación de la puerta. No será así, si la persona afectada es tu hijo, tu cónyuge, “o alguna persona que conviva en el mismo domicilio del tomador del seguro o del asegurado, sea o no familiar” tal y como puntualiza Teresa Vaquerizo.
Dependerá de la póliza y la compañía, pero sí que puede haber alguna exclusión o diferencias en la cuantía de la prima por raza, edad o dolencias y cirugías previas. Hay compañías que tienen seguros especiales para cachorros o perros senior pero, por lo general, el límite de edad para convenir un seguro de asistencia por enfermedad está en los 7 años y, por accidente, en los 9. “Las intervenciones quirúrgicas –a excepción de las esterilizaciones- , las enfermedades congénitas o hereditarias son causa de exclusión”, subraya la experta. Y matiza: “si contratas un seguro para tu perro o gato de 5 años, él va seguir teniendo su póliza con 7, 9 u 11, hasta que fallezca. Los límites son en referencia a nuevas contrataciones”.
Sí, la compañía garantiza la defensa jurídica y las fianzas ante denuncias o juicios en los intervenga el asegurado en calidad de propietario del animal.
Cuando hablamos de atención sanitaria, los seguros hacen diferencias según la causa y la razón por la que la mascota debe ser atendida por el veterinario. Hay pólizas que cubren solo la atención sanitaria en caso de accidentes, mientras que otras incluyen además los casos de asistencia por enfermedad. Si vamos a la fórmula más completa, estos seguros de salud suelen incluir gastos de consulta, pruebas diagnósticas, análisis de laboratorio, intervenciones quirúrgicas, hospitalización y gastos de asistencia veterinaria a domicilio… En general, la medicina preventiva no suele estar incluida, aunque hay excepciones en las que estas pólizas pagan chequeos y vacunas. El contrato detallará con precisión los casos y enfermedades que tienes cubiertos, así como los límites económicos, que pueden ser, por ejemplo “de 1.000 euros por siniestro y año”, indica Teresa Vaquerizo.
Además, fíjate en si el seguro tiene franquicias: si tu seguro tiene franquicia del 10%, significará que en una consulta de 100€, tú pagarás 10€ y la aseguradora los 90€ restantes. En cuanto a los periodos de carencia, lo habitual es que desde la fecha de contratación del seguro, por ejemplo, transcurran 15 días, 3 o 6 meses hasta que tengas derecho a que la compañía se haga cargo de los gastos de una prueba o intervención quirúrgica.
De nuevo, dependerá de la compañía aseguradora. En algunos casos, es necesario elegir que el animal sea atendido en uno de los hospitales y clínicas veterinarias colaboradoras. En otros, el seguro no cuenta con un cuadro veterinario propio, por lo que el asegurado puede ir al veterinario que quiera, pagar la factura, solicitar el informe y gestionar a posteriori el reembolso de los gastos.
En caso de accidente y fallecimiento del animal, muchas compañías garantizan una indemnización por el valor de animal. Igualmente, recibirías esta compensación en caso de robo y, si tu perro se extravía, hay seguros que te reembolsan los gastos de inserción de anuncios en prensa o radio para facilitarte su localización.
Lo habitual es que la cobertura de daños se aplique también en el extranjero, en caso de que el animal sufra algún percance durante sus vacaciones. La cobertura de responsabilidad civil, sin embargo, solo funciona en el ámbito español.
Si se tiene contratada una póliza de hogar que incluye la responsabilidad civil, lo habitual es que esta se aplique a las mascotas del tomador del seguro, es decir, “que estén cubiertos los gastos por los daños personales o materiales que el animal ocasione a terceros”, explica Teresa Vaquerizo. En algunas ocasiones, no es necesario designar o dar la orden de incluir al perro o gato en la póliza, sino que esta cobertura se da “automáticamente”. Si tu perro es PPP o un cruce, es importante que compruebes si el seguro de hogar cubre o no la responsabilidad civil
También es relevante ser consciente de que estamos hablamos de daños a terceros, es decir, no ha lugar para dar parte al seguro si el gato ha hecho trizas el sofá o el perro se ha comido el rodapiés de madera. El seguro de hogar tampoco se hace cargo de los daños que sufra el propio animal. En este sentido, “existe la posibilidad de incluir la cobertura de accidente por algo más de 30€ al año adicionales a la prima de hogar”, señala la experta.
El precio dependerá de la compañía, de las coberturas, del capital asegurado… y, como hemos visto, también de otros factores. Por poco mas o menos de 30€ al año podemos contar con un seguro básico que cubra daños a terceros, como la caída de una persona en la calle, y asesoramiento jurídico. Si sumamos la asistencia por accidente, la cifra ascendería a 90€ aproximadamente, siempre teniendo en cuenta la edad y la raza del animal. En el caso de seguros completos que combinan responsabilidad civil, asistencia veterinaria por accidente y enfermedad, consultorio telefónico 24 horas, robo, extravío, fallecimiento accidental del perro o gato, residencia canina, sacrificio y eliminación del cadáver, la cantidad puede rondar los 340€ anuales. Lo ideal es analizar las diferentes ofertas y elegir la fórmula que más se adapte a tus necesidades y las de tu perro o gato.
En el mercado existen seguros específicos para animales exóticos (destinado a aves exóticas, rapaces, serpientes, tortugas, lagartos y pequeños mamíferos), así como para caballos.
Para conocer los tipos de seguros que pueden ayudarte a proteger a los que más quieres consulta “Seguros y Pensiones para Todos”.