Movilidad. Aplacar el cambio climático a través de la movilidad es asignatura obligatoria de la ciudad. Con el desarrollo del carril bici urbano en marcha, la pandemia también ha obligado a ampliar las zonas para caminar y Los Cantones ya afrontan su próxima peatonalización. En pocos años expira el contrato con la Compañía de Tranvías, que gestiona el bus urbano desde finales de los 80, por lo que el servicio se adaptará a los nuevos polos de atracción y a las necesidades de la población. La entrada a la urbe de los autobuses de la Xunta se prevé que continúe para mejorar la relación entre concellos y evitar el casi obligatorio automóvil. Todo apunta a que habrá más coches eléctricos y, si se cumplen las promesas muchas veces repetidas, A Coruña contará con nuevas vías que envolverán la ciudad y la comarca, como el Vial 18 o la cuarta ronda.

Panorámica de la ría de O Burgo. Roller Agencia

Urbanismo. Con menos de 40 kilómetros cuadrados, A Coruña tiene espacio acotado para crecer. El actual plan general habla de otro 10% de superficie para edificar y más de 15.000 nuevas viviendas pero, desde que se aprobara el documento, hace casi una década, poco se ha desarrollado. O Portiño, Penamoa o los montes Mero o Alfeirán son los lugares por donde crecerá y rozará los municipios limítrofes, que también apuran su colmatación tras décadas de construcción más o menos ordenada. Pero la zona de A Coruña que urbanísticamente protagonizará la revolución de las próximas dos décadas será el puerto, aunque aún queda discernir cómo se dispondrá de los muelles, el porcentaje de urbanización o sus usos específicos.

TIC. La pandemia de 2020 ratificó la importancia del entorno digital y confirmó que las TIC son un claro nicho de empleo y generación de riqueza. A Coruña se posiciona en buen lugar con la Ciudad de las TIC, impulsada por la Universidad y con el apoyo de todas las administraciones públicas. En 20 años deberá convertir a la comarca en el epicentro de la tecnología de la información y la comunicación en Galicia y el norte de España. Asentada en la que fuera la Fábrica de Armas, contará con una inversión de 60 millones y se prevé que allí se asienten empresas ya constituidas y otras muchas nuevas.

Cultura. La perspectiva de la escena cultural en la ciudad está marcada por las graves heridas que dejó la pandemia. Música, pintura, danza o teatro sostuvieron el entretenimiento de los coruñeses durante el confinamiento pero los artistas recuerdan que solo con admiración y agradecimiento no sobreviven. Pese a la fuerza del libro digital, en A Coruña siguen abriendo librerías y la Feria del Libro ya va por el medio siglo de vida. Los María Casares ya sobrepasan los 25. Con las salas de concierto resistiendo el envite y los festivales paralizados por el virus, la música en directo aún se escucha lejana.

Audiovisual. A Coruña alberga alrededor del 20% de empresas gallegas del audiovisual en un sector que sigue creciendo en la ciudad y que se apoyará en la prometida Coruña Film Office, que promoverá rodajes de cine, televisión o publicidad. Desde la Academia Galega do Audiovisual se muestran optimistas por el aumento de consumo de entretenimiento y cultura mostrado en los últimos años que puede aupar al sector a uno de los estratégicos para la ciudad.

Servicios Sociales. La capacidad de las administraciones de paliar la desigualdad, con la imprescindible labor de entidades sociales, es uno de los grandes retos del futuro. La dependencia, derivada del envejecimiento, el acceso a la vivienda e incluso a los alimentos son las claves de una ayuda que está en máximos históricos. Así lo denuncian Cáritas, la Cocina Económica o Padre Rubinos, con un trabajo constante que, tras los picos de 2008, vuelve a tocar techo en número de personas auxiliadas.

Puerta principal de la antigua Fábrica de Armas con el cartel de la Universidade daCoruña que anuncia la futura Ciudad de las TIC. Víctor Echave

Sanidad. Un nuevo hospital, ampliando el actual con una inversión de más de 400 millones, supondrá el refuerzo del que es el centro sanitario de referencia de la comarca y que destaca también en España en varias especialidades. Con las infraestructuras renovadas, queda garantizar recursos humanos suficientes ya que los sanitarios, tras el ánimo de los aplausos en las ventanas durante el confinamiento, siguen denunciando altas tasas de precariedad, temporalidad y éxodo de trabajadores.

Puerto. En 2040 los actuales muelles portuarios serán zonas abiertas a la ciudadanía. Formarán parte ya de la ciudad y no quedará nada del reducto de cemento que suponen en la actualidad. Queda saber cómo, si con la condonación de la deuda delPuerto o con aportación pública de por medio, y exactamente cuándo. Pesca y mercancías seguirán entrando y saliendo de la ciudad y del Puerto Exterior. Cómo serán las cuotas en un océano sobrexplotado y de dónde provendrán y qué habrá en los contenedores son incógnitas que dependen de unos patrones de consumo cambiantes.

Economía e industria. Son 10 los polígonos de la ciudad y su comarca. Su apellido ya dista mucho de ser industrial, y es que este sector solo aporta el 9,5% del valor añadido bruto. Con la antigua Alcoa paralizada, es el sector servicios el que aporta más empleo y crecimiento, excepto en el textil. Las administraciones y empresarios tienen por delante el reto de potenciar la industria y, dentro de ella, la de componente innovador, advierten los expertos, para poder generar puestos de trabajo de calidad. El área coruñesa se coloca actualmente como una de las más pujantes de Galicia, pero necesita de una reconversión ante la descarbonización y digitalización que ya son una realidad palpable.

Movimiento asociativo. La pandemia dejó un poso de comunidad frente al individualismo del siglo XXI que podría perdurar en el tiempo. El tejido asociativo de la ciudad es fuerte y dio la cara durante los momentos más duros de la crisis sanitaria. Es previsible que las entidades que ayudan a cubrir las necesidades más básicas sigan liderando el sostenimiento de los más necesitados, pero también las vecinales o culturales continuarán levantando la voz para defender intereses y solucionar problemas comunes.

Participación. La desinformación creciente y el agotamiento del movimiento 15-M hacen mella en la aversión creciente de la ciudadanía a la participación de lo público. El anterior Gobierno local, de Marea Atlántica, intentó revertir esta corriente con los presupuestos participativos y el PSOE promete recuperarlos para que los coruñeses puedan dictaminar una parte de las inversiones municipales. Las encuestas muestran que la ciudadanía está cada vez más alejada de las instituciones y son estas las que tendrán que asumir el desafío de volver a hacerles partícipes de las decisiones que toman.

Deportivistas animando al Deportivo en el estadio de Riazor Víctor Echave

Deportivo. ¿Seguirán sufriendo los deportivistas en 2040? Tras aterrizar en la Primera División RFEF, en la caída más dura de los más de cien años de historia del club de fútbol, el Deportivo tiene que remontar el vuelo. En la década de los noventa y hasta principios de los 2000, los títulos llegaron escalonadamente a las vitrinas pero hace muchos años que los lamentos de los siareiros no cesan. Abanca, máximo accionista del club, ha forzado el cambio en su directiva para un vuelco de timón y, pese a las reiteradas malas noticias, la afición no falla y son más de 16.000 los socios que acompañan en esta temporada al Dépor.

Deporte local. El Básquet Coruña ha rozado el ascenso a la ACB y el Liceo continúa entre los grandes; en cambio el Palacio de Deportes de Riazor, donde ambos juegan y otros muchos clubs utilizan, precisa de actualización. El deporte base, nutrido por la cantera infantil en decenas de deportes y el impulso de cientos de adultos que lo promueven, también necesita de unas instalaciones a su altura.

Comercio. El comercio resiste en la ciudad pese a las crisis económicas que retraen el consumo y la lucha que libran contra las gigantes corporaciones digitales. Adaptándose a la venta online o apostando por la especialización, los comercios de la ciudad aguantan, confiando en que la vuelta a la compra de proximidad, basada en principios de sostenibilidad y ecología, pueda relanzar sus números y que la ciudad vuelva a ver ocupados los cientos de bajos vacíos que llenan sus calles.

Universidad. La UDC necesita, según su rector, Julio Abalde, “financiación estructural” que permita que funcione de manera “autónoma”. Tras tres décadas de vida y casi 20.000 alumnos matriculados este curso, la institución sigue adaptándose a la formación requerida en el mundo laboral con incorporaciones de másteres y grados. La tendencia se dirige hacia el textil o las carreras bilingües, junto a las titulaciones e investigación centrada en las TIC, con base en el complejo que impulsa la propia institución en Pedralonga.

Área metropolitana. Una de las asignaturas pendientes de la ciudad es afianzar su relación con la comarca. Trasladar a lo institucional lo que para la ciudadanía es una realidad. Ha habido algunos intentos por conseguir aunar fuerzas y unir esfuerzos, el último, el de la declaración de María Pita en 2016, pero ninguna ha cristalizado. El Consorcio das Mariñas está en liquidación, pero con las ausencias de A Coruña y Arteixo en la mancomunidad, los concellos limítrofes reclaman el área metropolitana para poder ofrecer servicios y colaborar como nunca antes.

Medio Ambiente. La limpieza de la ría de O Burgo supone uno de los proyectos con más retrasos acumulados y, a la vez, con mayor urgencia para la comarca. Con las obras licitadas y adjudicadas, pero suspendidas por un recurso, el plan supondrá una inversión de más de treinta millones de euros y 26 meses de obras para dragar la zona, que supone un polo de riqueza ambiental y económica de la comarca. En cuanto al medio ambiente, siempre está en el punto de mira la gestión de la basura, con la mirada puesta en la planta de Nostián y la pregunta de si la ciudad continuará por el camino emprendido tras el derrumbe del vertedero de Bens.

Igualdad. El feminismo avanza a través de protestas, normativas y cambios sociales, más o menos ágiles. A Coruña cuenta con la primera alcaldesa de la democracia y es previsible que el futuro depare más movimientos en pro de la igualdad. Imparables también se suceden los casos de violencia machista que lastran el avance. Educación y justicia se prevén como esenciales para hacer que en 20 años el machismo traducido en violencia no sea noticia en los periódicos.

Personas asistentes a la concentración de repulsa por el asesinato de Samuel Luiz. Víctor Echave

Diversidad. Con la reciente conmoción por el asesinato de Samuel Luiz, la defensa y visibilización de la diversidad se ha colocado como uno de los grandes retos sociales. El suceso también muestra otra cara de la diversidad, la de los senegaleses Ibrahima y Magatte, dos de los más de 10.000 migrantes en situación irregular de la ciudad, que intentaron detener la agresión. La diversidad también se marca como objetivo para las personas con necesidades especiales, que siguen luchando por derribar obstáculos aún presentes en educación, sanidad, movilidad o acceso laboral.

Memoria. El desafío de avanzar es comparable al de mantener la memoria. Para hacerlo, es necesario escuchar a los que la pueden contar e investigar para profundizar en el relato. Varios son los edificios que en la ciudad y su comarca son vitales para un nuevo uso y para la puesta en valor de lo vivido en su interior. En los próximos años podría ser definitivo que el pazo de Meirás sea Patrimonio del Estado tras más de ocho décadas en manos de la familia Franco y se prevé que siga el mismo camino la Casa Cornide, en la Ciudad Vieja. La antigua cárcel, frente a la Torre de Hércules, donde se encerró a víctimas de la represión franquista sigue vacía, deteriorándose, ante el clamor de la sociedad civil por recuperarla.