LA OPINIÓN A CORUÑA nació en octubre de 2000 con el inicio de un milenio en el que llevamos dos décadas de cambios vertiginosos. El editor Javier Moll dejó la parte informativa del periódico en manos de un grupo de periodistas, en su mayoría muy jóvenes, sin más instrucciones que la hacer periodismo, ofrecer a los coruñeses información, siempre de rigor y contrastada, de lo que ocurría en su ciudad y su área metropolitana.

Nos limitamos a contar a los coruñeses historias de otros coruñeses, desde lo cercano o curioso a lo más trascendente. Desde las calabazas gigantes que aparecían en lo que entonces era el campo de Eirís, hasta la gloriosa etapa del Deportivo que asombraba a Europa. Desde salida a bolsa de Inditex pilotada por un Amancio Ortega, al que pusimos cara, al publicar su foto, hasta lo que en principio eran meros cambios en el plan general que, una vez investigados por de este periódico, acabarían convertidos en escándalos urbanísticos, alguno de los cuales aún pagamos los coruñeses.

LA OPINIÓN siempre pretendió ser plural, poner cara a las informaciones más allá de las cifras y contrastar, de manera muy especial, las notas de prensa oficiales. Sin otro afán que ofrecer a nuestros lectores la mayor transparencia para permitirles formarse su propia opinión.

El diario fue concebido desde su inicio como un periódico coruñés, pero no solo para informar de esa Coruña institucional y de ciertas élites, sino para incluir también a todos los barrios, a todos los sectores. Desde el primer número apostamos por reflejar esa ciudad dinámica, viva e integradora y también la otra cara, la de la desigualdad, precariedad o abandono de algunas zonas, tan real como las grandes obras o el embellecimiento del centro.

Frente a la ciudad-estado, que algunos proponían entonces, LA OPINIÓN defendió y sigue defendiendo una Coruña real, que no se acaba en el puente de A Pasaxe. Nos presentamos a los coruñeses con cabeceros propios de Arteixo, Oleiros, Culleredo, Betanzos... y así seguimos, a la espera de la creación real del área metropolitana.

LA OPINIÓN A CORUÑA fue el primer medio de comunicación en adherirse como socio fundacional a la candidatura de la Torre de Hércules como Patrimonio de la Humanidad que finalmente se logró. Fuimos los únicos en dar cobertura hace años a quienes semejaban ser un grupo de románticos que reclamaban la devolución del Pazo de Meirás en Sada, del mismo modo que defendimos y defendemos la recuperación de O Pasatempo en Betanzos.

Editorializamos en las primeras publicaciones sobre la regeneración de la ría de O Burgo y lo seguiremos haciendo hasta celebrar que es una realidad.

El compromiso con el medio ambiente y el patrimonio es firme, del mismo modo que en nuestras páginas siempre han tenido un protagonismo especial los colectivos que trabajan por la inclusión y por la igualdad.

Los intereses de la sociedad coruñesa, sin demagógico localismo, siempre estuvieron para nosotros por encima de todo, gobernara quien gobernara en el Concello, en la Xunta o en el Ejecutivo central. Era inconcebible que A Coruña fuera la única ciudad de Galicia a la que no se podía acceder desde la A-6 sin pagar. Por eso, con todos los gobiernos, reclamamos la supresión del peaje de A Barcala, que finalmente consiguió la sociedad coruñesa. Cuestionamos en su momento la idoneidad del emplazamiento del puerto exterior, porque así lo reflejaban múltiples expertos, pero una vez construido demandamos desde el primer momento una rápida conexión ferroviaria para que la infraestructura sea plenamente operativa.

Comenzamos contando los éxitos del Deportivo y luego los momentos menos buenos. La realidad. Han variado los resultados y la clasificación pero no la afición y prueba de ello es que tiene más socios que algunos equipos de primera. En el compromiso de Prensa Ibérica con esa afición participamos en su momento en la ampliación de capital del club. El tratamiento de la información del Deportivo es un buen ejemplo de lo que somos. Estamos y estuvimos con el equipo fuera quien fuera el presidente. Del mismo modo que defendemos los intereses de los coruñeses gobierne quien gobierne en María Pita y en todos los concellos del área metropolitana.

Nuestro editor, Javier Moll, nos dio la máxima libertad, lo que implica también la máxima responsabilidad. Al hacer repaso de estos últimos veinte años creo que hemos cumplido nuestro compromiso inicial y así lo demuestran nuestros lectores, tanto en el papel como en la web, que se puso en macha a la vez que la edición impresa. El futuro será tal plural como el presente y LA OPINIÓN, sin duda, seguirá avanzando como ya lo ha hecho todos estos años en medios técnicos y mejorará porque se sustenta sobre un grupo editorial que le permitirá ofrecer una mejor información pero siempre bajo la misma premisa que ahora, que hace veinte años: los intereses de los coruñeses, siempre por delante.