Decía el gran periodista norteamericano Walter Lippmann que “el estereotipo es una economía del pensamiento”. Para combatir esta suerte de pereza intelectual que, por otra parte, resulta muy cómoda para mantenernos desinformados, nacieron los periódicos. Hablo de los medios serios y rigurosos que plantean el relato al lector desde tantos ángulos como sea posible, de forma que sea este el que haga una idea propia de lo que le han contado.

Con esta vocación salió hace 20 años a la calle LA OPINIÓN A CORUÑA. Un intento de plantear a la sociedad coruñesa una propuesta de hacer un periodismo que le brinde al lector la posibilidad de ser el protagonista. Galicia y A Coruña tienen una larga tradición ilustrada y lectora, por lo que el reto del Grupo Prensa Ibérica tenía un punto muy importante de riesgo. ¿Era necesario abrir un periódico en una plaza nada sencilla?

El paso de los años, dos décadas ya, ha demostrado que ha merecido la pena. Un diario de información general necesita el poso de tiempo, el contraste sano con la competencia y, sobre todo, dar buenas noticias y tener algo que decir. De esta forma, el potencial lector irá apostando cada mañana por depositar su confianza pagando el ejemplar de LA OPINIÓN A CORUÑA en el quiosco, o ahora, ya de forma más habitual, vía digital.

LA OPINIÓN A CORUÑA es una empresa que nació con una vocación muy específica: servir a los intereses de los coruñeses con la altura de miras suficiente para que todos los debates se conviertan en armas de diálogo y construcción en positivo. La trayectoria del periódico ha ido creciendo en paralelo con la enorme transformación sufrida por la ciudad, señal potente de las capacidades que tiene la Galicia actual.

Un hombre lee LA OPINIÓN en un bar. CARLOS PARDELLAS

Las empresas que operamos en la comunidad tenemos muy claro que los medios de comunicación son herramientas esenciales en el avance social, y más en un momento en el que se necesita mucha información para ser capaces de afrontar proyectos —en gran medida avalados por la financiación de Europa— que nos vuelvan a situar en la senda de la competitividad. Nuestra posición como entidad financiera no es ajena —si no todo lo contrario— a los intereses de cualquier empresa; y es precisamente en este camino donde entendemos perfectamente la labor de una empresa como LA OPINIÓN A CORUÑA.

Es bueno recordar hoy que cuando este periódico nació hace 20 años surgieron las voces de los agoreros —que están de guardia las 24 horas del día de los 365 días del año— que daban corto plazo a la vida del rotativo. No contaban, sin embargo, con el enorme afán empresarial del grupo Prensa Ibérica, cuyas apuestas nunca tienen puestas las luces cortas. Tampoco contaban con una plantilla profesional y entregada y una dirección —hoy en manos de Carmen Merelas—, que patronea los vientos con la pericia de un marino experimentado. En LA OPINIÓN A CORUÑA, saben de dónde viene el viento y hacia dónde debe éste llevarlos.

Como decía, vienen tiempos de cambio que van a afectarnos en todos los órdenes de la vida y, en especial, el económico y empresarial. En estas dos décadas, LA OPINIÓN A CORUÑA ha crecido tecnológicamente y ahora se enfrenta —como lo hacemos desde todas las empresas— al gran reto digital, ese que demandan los lectores y los clientes, sobre todos aquellos que ya son nativos digitales. Eso implica innovación y, al mismo tiempo una apuesta por la sostenibilidad. Son los ejes por los que transita ahora la sociedad y la economía y con los que este joven veterano diario se compromete de forma clara y decidida.

Por lo que a nosotros respecta como entidad que opera en A Coruña, siempre hemos encontrado en este periódico un aliado en nuestras necesidades de comunicar y, sobre todo, de estar presentes en aquellos proyectos que nos parecen beneficiosos para la ciudad, ya sean de carácter financiero, cultural o social. Es muy importante que desde la independencia y la lógica visión distinta de las cosas, las miradas de todos se posen en los verdaderos intereses que trascienden a banderías individuales. LA OPINIÓN A CORUÑA siempre defiende la gran bandera de su ciudad. Un orgullo contar con aliados de esa fuerza. Enhorabuena a los primeros 20 años; ahora llega lo mejor.