Las autoridades irlandesas impusieron una fianza de 300.000 euros a un volantero de bandera francesa pero de armador coruñés, y representado en Irlanda por la empresa gallega Pescanova, tras verificar irregularidades "en la redacción del libro de pesca" y comprobar que la posición de pesca emitida por la caja azul del barco no se correspondía con las coordenadas en las que se encontraba faenando la embarcación.

Según los datos aportados por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, el Miss Jacqueline II fue detenido el pasado viernes cuando se encontraba faenando al oeste de Irlanda y fue abordado por una patrullera irlandesa. Los inspectores que accedieron al buque dieron la orden al patrón del barco de poner rumbo hacia el puerto de Castletownbere, para responder ante la justicia irlandesa por las deficiencias encontradas durante la revisión.

Tras la intervención de las autoridades pesqueras del país, el buque y su tripulación permanecieron en el puerto de Castletownbere desde el viernes a la espera de conocer la decisión del juez que lleva el caso. La vista previa no se pudo celebrar hasta ayer porque la localidad estuvo durante el lunes y el martes de fiestas patronales, y el caso estuvo parado.

El juez ha dictaminado una fianza de 300.000 euros para que el barco pueda partir del puerto, por lo que la tripulación continúa a la espera de que los propietarios decidan sobre el pago de la multa para volver a faenar o, en caso de que no se abone la fianza, volver a sus casas. El juicio para esclarecer el asunto no se celebrará hasta mayo o junio.

Otro barco retenido

Las autoridades irlandesas mantienen retenido también a otro buque de bandera inglesa pero armador coruñés en el mismo puerto de Castletownbere. El Eriso llegó al puerto irlandés el pasado día 3 después de que uno de sus tripulantes sufriera un accidente a bordo y se trasladase a puerto para ser atendido. El barco sigue en el muelle irlandés porque al llegar a la dársena chocó con la proa contra el muro, lo que le provocó daños que, según los técnicos del Ministerio de Transporte irlandés, afectan a la navegabilidad.

El armador de la embarcación prefiere remolcarla a España para repararla aquí, por lo que el buque tendrá que permanecer en Irlanda una o dos semanas más a la espera de que llegue el remolcador que lo trasladará a España.

El armador gallego ya ha procedido a repatriar a toda la tripulación, incluido el marinero herido, ya que no faenarán hasta que la embarcación esté reparada.