Los servicios jurídicos del sindicato UGT-Galicia presentaron ayer una denuncia ante la Fiscalía del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia en la que advierten de las irregularidades que se produjeron durante las inspecciones realizadas en 2003 al cerquero de Camariñas Gallego José y piden al fiscal que investigue si los hechos pudieron ser constitutivos de delito.

El Gallego José es un pesquero gemelo del O Bahía -que naufragó en junio de 2004 frente a las islas Sisargas con un balance de diez muertos- al que la Capitanía Marítima de A Coruña abrió un expediente tras detectar la construcción irregular de unos tanques de combustible que le impedían cumplir con los criterios de estabilidad aprobados por la Dirección General de la Marina Mercante.

Los inspectores marítimos de la capitanía coruñesa que lo reconocieron en Camariñas verificaron las graves deficiencias en dos revisiones, tras lo que el entonces capitán marítimo, Serafín Díaz, le abrió un expediente que finalmente cerró sin sanción.

La denuncia de UGT, por la que pide que se investigue si hay indicios de delito, se debe a los hechos que se produjeron a continuación. Pese a que el Gallego José no cumplía con los criterios de estabilidad y a que la Capitanía Marítima de A Coruña tenía paralizados sus certificados de navegabilidad por las irregularidades que se le habían detectado, el cerquero zarpó desde Camariñas a Vigo, sin que la Inspección Marítima de A Coruña constatase en qué condiciones partía el barco y si se habían corregido las graves deficiencias denunciadas por los inspectores coruñeses. Inspectores de la Capitanía Marítima de Vigo expidieron entonces el certificado de navegabilidad a la embarcación. En su informe, los funcionarios vigueses no sólo no observaron ninguna deficiencia, sino que aseguraron que los tanques irregulares habían sido eliminados.

Desde entonces, hace ahora cinco años, Marina Mercante desoyó las continuas denuncias realizadas por el jefe del servicio de Inspección de la Capitanía Marítima de A Coruña, Fernando Balbás, sobre los problemas de estabilidad del Gallego José, y el pesquero pasó todas sus inspecciones técnicas en Vigo hasta que en agosto pasado volvió a solicitar una revisión en la Capitanía de

A Coruña. Los inspectores a los que el capitán marítimo encomendó la revisión tampoco apreciaron deficiencia alguna.

Pero el pasado 1 de febrero, las irregularidades del Gallego José salieron de nuevo a la luz cuando dentro de una campaña de revisiones iniciada por Marina Mercante para averiguar el estado de la flota de cerco, dos expertos navales del Ministerio de Fomento detectaron deficiencias graves en la embarcación y aconsejaron su detención inmediata.

Los inspectores revisaron el buque vacío, pese a lo cuál el barco se sumergía por encima de la línea de francobordo, vulnerando la reserva de flotabilidad. Durante la revisión, los ingenieros navales descubrieron también que el buque tenía en sus bodegas veinte sacos de arena que, según el patrón, se utilizaban para enderezar el pesquero cuando se producía "una escora permanente".

Este informe, que animó a UGT a llevar a los tribunales el caso del cerquero camariñán, se produjo dos meses después de que la Consellería de Pesca retirase el permiso de explotación pesquera al armador, denunciado por la Guardia Civil por emplear explosivos para faenar.

Marina Mercante prometió investigar las irregularidades apreciadas por sus funcionarios en cuanto Pesca concluyese su investigación sobre los explosivos, pero semanas después, la Capitanía Marítima de A Coruña autorizó al pesquero Gallego José a zarpar mediante un permiso de "navegación en tránsito" al puerto de Marín. El armador justificó que quería llevarlo al astillero Nodosa para someterlo a una obra que permitiese legalizar el barco, pese a lo que Marina Mercante no puso objeción alguna a su traslado.

Fomento no sancionó irregularidades denunciadas por sus funcionarios:

La Dirección General de la Marina Mercante ha evitado en todo momento expedientar al armador del Gallego José e investigar las presuntas irregularidades que apreciaron los funcionarios del servicio de Inspección de la Capitanía Marítima de A Coruña, que alertó a sus superiores hasta en cinco ocasiones de las anomalías que presentaba el cerquero. Las primeras denuncias fueron tramitadas en 2003, cuando se descubrieron las anomalías, y repetidas en 2004, tras el naufragio del O´ Bahía construido en el mismo astillero que el Gallego José y con unas dimensiones similares. La denuncia de UGT, que será analizada por la Fiscalía de la Audiencia Provincial, se produce poco después de que la Consellería de Pesca haya abierto una investigación sobre la actuación de la Capitanía Marítima en el expediente del palangrero Toñete.

Como adelantó LA OPINIÓN, la Capitanía autorizó una reforma irregular en este palangrero de Ribeira para corregir los fallos de estabilidad que presentaba el buque, que desde que fue construido, en 1999, presentaba serios problemas de seguridad que la Administración marítima no apreció hasta el año pasado. Marina Mercante certificó que la reforma no había incrementado el volumen del barco bajo cubierta, en contra del criterio de sus inspectores.