Mariano Rajoy ha empezado con mal pie con el sector pesquero. La transformación del Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino de Rosa Aguilar en el departamento de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente -sin mención alguna a la pesca y la mar- que ayer asumió Miguel Arias Cañete ha sentado mal a armadores y pescadores, que consideran que el nombre del Ministerio y la estructura avanzada ayer dan una idea de la escasa importancia que el flamante Gobierno concede a su actividad.

Además de la ausencia de las palabras Pesca o Mar recriminan a Rajoy que la gestión de un sector económico tan importante en España, líder en Europa, no cuente con una Secretaría de Estado propia -como sí tendrá Medio Ambiente-, una histórica demanda de los armadores. La creación de este departamento permitiría además, como propuso ayer la Asociación Nacional de Titulados Náutico Pesqueros, agrupar a otros organismos las competencias relacionadas con la actividad, como el Instituto Social de la Marina o el Instituto Oceanográfico Español (IEO), pero según recogió ayer el Boletín Oficial del Estado, el departamento de Arias Cañete sólo tendrá una Secretaría de Estado de Medio Ambiente. Por definir están las direcciones generales y secretarías generales como la del Mar que dirigía Alicia Villauriz.

"Lo importante no es el nombre, sino la gestión y que el Ministerio defienda los intereses pesqueros", explicaron ayer fuentes de la Consellería do Mar. Armadores, cofradías de pescadores, titulados náutico pesqueros y hasta sindicatos opinan todo lo contrario.

El secretario xeral de la Federación de Servizos á Cidadanía de Comisiones Obreras en Galicia, Ramiro Otero, acusó incluso a Rajoy de "engañar a Galicia" por no cumplir su promesa de "recuperar el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación". "La pesca es un sector estratégico para Galicia", recuerda Otero, cuyo futuro se negocia actualmente en Europa con la reforma de la Política Pesquera Común para el año que viene.

El presidente de la Asociación Provincial de Armadores de Pesca de A Coruña (Arpesco), Jesús Etchevers, confiesa su "decepción". "Estoy de acuerdo con la reducción de Ministerios y con la austeridad, pero incluir la palabra Pesca en el nombre no cuesta nada y nos hubiéramos sentido más representados", explica. Para Etchevers la ausencia es todavía más chocante en un país rodeado de mar, potencia europea en flota y sobre todo en consumo de productos pesqueros. Arpesco confía sin embargo en el nuevo ministro, Miguel Arias Cañete, "una persona de carácter que dice las cosas claras" con posibilidades de que dé "un puñetazo en la mesa" frente a los planteamientos de la comisaria de Pesca, Maria Damanaki sobre las cuotas pesqueras para España que "ni se ajustan a las recomendaciones de los científicos". "Hay que protestar ante el ataque a los intereses pesqueros españoles sin argumentos ni lógica", incide.

El presidente de la Federación Galega de Confrarías, Benito González, cree que la estructura del nuevo Ministerio es demasiado grande. "Teníamos esperanzas de tener una Secretaría de Estado, pero habrá que ver si crean una dirección general fuerte con personas competentes", añade. Como todo el sector, confía en la experiencia de Arias.

"Da la impresión de que no se cuenta con este sector", opina José Luis Rodríguez, secretario de la Asociación de Armadores de Artes Menores de Galicia (Asoar-Armega), para quien la publicación en el BOE de la estructura del nuevo ministerio evidencia que el Gobierno de Mariano Rajoy no atendió las demandas de la patronal de armadores Cepesca, que "no ha tenido la fuerza suficiente para conseguir" una Secretaría de Estado o Ministerio de Pesca. A Arias Cañete le recuerda que la situación "ha cambiado mucho" respecto a su anterior etapa al frente de Agricultura y Pesca (2000-2004), reclama que escuche a todas las partes, y especialmente a los representantes de la flota artesanal, a la hora de planificar las políticas pesqueras y negociarlas en Bruselas. "Nos sorprende y nos duele que no se trate de apostar por los sectores productivos, como la pesca que creemos que pueden generar más empleo", reivindica.

"Confiamos que aunque (la pesca) no esté en el nombre, el ministro dedique al sector pesquero todas las horas que se merece, en unos momentos que van a ser difíciles", advirtió el secretario general de Cepesca, Javier Garat. La patronal consideró "un acierto" la elección de Arias, a quien solicitará una reunión urgente para tratar del acuerdo con Marruecos.

Una herramienta ante la CE

El secretario general de la Asociación de Armadores de Buques Pesqueros (Pescagalicia-Arpega O Barco), Torcuato Teixeira, entiende que la actividad pesquera tiene la suficiente importancia como para contar con un ministerio propio o una Secretaría de Estado que agrupase entre otros organismos el Instituto Oceanográfico Español, una "herramienta fundamental" en la defensa de un aumento de las cuotas pesqueras para España. Sobre todo ahora, que el sector pesquero "está siendo desmantelado por la política pesquera europea" y que tiene en la visión "pseudoambientalista talibán" de la comisaria Damanaki un "gran enemigo".

"La primera impresión no es buena; parece que la pesca no tiene importancia para este Gobierno, esperemos que los hechos nos hagan cambiar de opinión", añade. Miguel Arias Cañete es un viejo conocido de Teixeira, ministro cuando se produjo el accidente del Prestige. "Hay que mirar al presente y esperemos que tenga suerte porque de ella depende el sector. Va a contar con toda nuestra colaboración pero entendemos que al haber sido ya ministro no necesitará los famosos cien días de gracia para hacerse con su responsabilidad".