La Consellería de Medio Rural e do Mar no regala nada. Pero sí quiere vender determinadas "burras" a través de un servicio de marketing que, supuestamente, funciona si aquellos a los que se dirige llegan a creer a pies juntillas lo que se dice.

Ahora resulta que tras seis años sin haber convocado nuevos permisos de explotación marisquera (permex) debido a que la zona de Barallobre no era apta para el marisqueo destinado al consumo en fresco (en 2006 fue declarada zona C, con contaminación por coliformes), la feliz ocurrencia de la Consellería de fondear en el área bateas de reinstalación de bivalvos permite ahora -como ya permitió en julio pasado a los mariscadores a pie de Mugardos- incorporar 12 mariscadores a pie en Barallobre.

Afirma el departamento que dirige Rosa Quintana que "el éxito de la instalación -de bateas de reinstalación- ha permitido a los mariscadores del área extraer y comercializar almeja de sus bancos marisqueros e incrementar la productividad de esta zona".

Gracias a la implantación de esas bateas de reinstalación, el 26 de julio se convocaron 15 nuevos permex para marisqueo a pie en la cofradía de Mugardos, con lo que habrá de concedérsele a la conselleira y a sus máximos colaboradores la gran cruz de la batea de reinstalación porque, en verdad lo digo, la idea de las bateas es que no se la creía nadie y, sin embargo, ya ven ustedes lo que son las cosas, en tan sólo un mes, la Consellería va y convoca 27 permisos de explotación entre Mugardos y Barallobre. ¡Veintisiete, oiga, y todo gracias a unas bateas en las que se acomoda la almeja afectada por la contaminación y, hale hop, cuando se descontamina ¡zas!, convocatoria de permex al canto y con plazo de solicitud hasta esta pasada semana.

Alguna mariscadora de Barallobre sonreía burlonamente cuando se le preguntaba por la efectividad de las bateas ante la convocatoria de los permex. Y su único comentario tenía que ver con la necesidad de demostrar, por parte de la Xunta, que todo aquello que tocan en las concesiones marisqueras se vuelve de oro y te permite, de este modo, crear nuevos puestos de trabajo en la ría.

¿De verdad se convocan los tales permisos de explotación por el resultado de instalar bateas de recuperación de bivalvos en la ría?

Rosa Quintana debe creerlo cuando pone en marcha el sistema de marketing ideado para bendecir todo aquello que, de puertas para adentro, se le ocurre a alguna de las cabezas pensantes de la Consellería.

A ver si se aplican el cuento y nos salen con más bateas para poder capturar el jurel, el bonito, la merluza, la caballa, la sardina, etc., y anotar así nuevas reseñas de méritos achacables a las genialidades de las cabezas pensantes.

Ligero, pero sin prisa, que no es momento electoral (todavía).