Iván López representó a la patronal pesquera Cepesca y a la flota arrastrera española en Bruselas en la ronda de contactos realizada en las últimas semanas con colegas de Francia, Reino Unido, Escocia o Irlanda para explicar a los eurodiputados las razones de su oposición a la propuesta de la Comisión Europea de prohibir la pesca de arrastre y enmalle de profundidad. Salió con la satisfacción de haber logrado el primer objetivo: que la Comisión de Pesca del Parlamento Europeo accediese a celebrar una segunda audición en la que el sector pueda explicar de forma "equilibrada y en igualdad de condiciones" sus argumentos contra esta propuesta, que no duda en calificar de "sandez", falta de argumentos científicos y producto de un "desconocimiento profundo" de la realidad de la actividad pesquera por quien la plantea.

-¿Satisfecho del resultado?

-Sí. Ha sido un esfuerzo coordinado y es una iniciativa europea. Hemos ido directamente y creo que estamos aprendiendo el camino a seguir. Es muy importante que los eurodiputados tengan un contacto con el sector, que tenemos que proporcionar nosotros, para que vean cómo nos afectan los problemas y las propuestas de la CE. No podemos quejarnos de lo que consiguen los grupos de presión ecologistas por hacer su trabajo y no hacer nada al respecto. Vivimos nuevos tiempos, el Parlamento Europeo tiene ahora un peso muy grande en la pesca por su capacidad de codecisión y es fundamental nuestra presencia continuada y constante allí.

-Con la nueva audición, logran posponer el plazo de presentación de enmiendas a la propuesta, que terminaba la semana pasada...

-Vamos a presentar una propuesta consensuada entre todo el sector europeo que cumpla los objetivos que se persiguen de sostenibilidad y protección de fondos pero sin las sandeces técnicas que introduce la actual versión. También somos conscientes de que no podemos simplemente decir no a esto y a lo otro sino que debemos participar de un proceso constructivo especialmente cuando estamos de acuerdo con los objetivos que se persiguen y debemos buscar alternativas que permitan cumplirlas y técnicamente viables y aceptables.

-¿Por qué su oposición a la prohibición del arrastre de profundidad?

-No tiene sentido prohibir un arte porque sí. Es un capricho sin sentido. Es como si en la agricultura planteamos prohibir el arado para proteger el Amazonas. Habrá que identificar las zonas donde haya ecosistemas vulnerables que proteger, que habrá que cerrar, cosa que apoyamos, como también especies en peligro, pero de manera científica y controlada, no política. Los dos mayores proyectos financiados por la UE para medir los impactos de la pesquería de aguas profundas -Deep Fishsman y Coral Fish- tienen un presupuesto conjunto de 10 millones. Pues la CE saca su propuesta antes de que terminen y sin escuchar sus conclusiones, que en ningún caso proponen prohibir el arrastre sino identificar las zonas a proteger y cerrar la pesca. Es la vía por la que nosotros apostamos y el sector español es pionero en el mapeo de fondos. El propio proyecto es una sandez.

-¿Por qué?

-El límite empezó a 200 metros y ya está en 600. Pero es que el rape se llega a pescar a 800 metros, y no se puede pescar con palangre, como otros peces. Son hechos que tendrán que entender. Es una burla aportar fondos para transformar los arrastreros en palangreros. Quien escribe una legislación así se desprestigia a si mismo. La legislación debe ser justa y ajustada a la realidad, no inventar un mundo que no existe. Además, la prohibición es tan estúpida que plantea que en las aguas europeas de Neafc, comunitarias e internacionales, no podrían arrastrar los barcos de bandera comunitaria pero sí los noruegos que tienen acceso a ellas. Es más, se les ofrecen 1.000 toneladas de fletán en aguas comunitarias que nosotros no podríamos pescar. Vemos medidas en la CE, como el finning, que se nos prohibe a nosotros pero no se limita a las demás flotas, que benefician a nuestros competidores. Parece haber algún interés de la comisaria de acabar con el arrastre para ponerse una medalla que no sabemos de qué valdrá y empezamos a pensar que los 35.000 empleos que quiere crear con la reforma pesquera se crearán en otros países.