Van ya tres días desde que la Consellería do Mar abrió la veda del pulpo, pero la flota permanece en huelga, sin salir a faenar, hasta que la Xunta modifique el plan de gestión de la campaña. Ayer, los marineros siguieron con sus concentraciones, esta vez en Santiago. Cerca de 400 afectados recorrieron las calles de la ciudad hasta llegar a la Praza do Obradoiro, donde exigieron la dimisión de la conselleira Rosa Quintana y un "consenso" al Ejecutivo gallego para poder modificar los puntos de la normativa a los que se opone el sector, que espera llegar a un acuerdo a lo largo de esta semana. Hoy tienen una oportunidad, ya que se reunirán con la conselleira, aunque que reiteran la necesidad de sentarse con el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo.

La prohibición de la Subdelegación del Gobierno de manifestarse ante el edificio de la Xunta en San Caetano, tras los altercados producidos el pasado lunes, llevó ayer a la flota a trasladar su protesta al centro de Santiago en una marcha tan pacífica como la del pasado martes en Bueu. Los naseiros gallegos realizaron un "paseo" por las distintas calles de la ciudad enfundados en camisetas blancas reivindicativas con leyendas en azul que expresaban su rechazo al plan del pulpo.

Ya en el Obradoiro, los afectados intentaron entrar en la Catedral "para rezarle al Apóstol", aunque se les impidió la entrada. Al mismo tiempo, varios marineros pidieron a gritos la dimisión de Quintana como responsable de Mar desde las escalinatas de acceso al templo. "Quintana está muy desbordada y no está capacitada para reconducir esta situación", criticó el presidente de la Asociación de Armadores de Artes Menores de Galicia (Asoar-Armega), José Luis Rodríguez.

Rodríguez criticó, además, que Quintana citase a la flota para hoy cuando el problema "venía ya desde 20 días atrás". El presidente de Asoar recordó también que el sector solicitó una reunión con Feijóo para que "medie" en el conflicto.

Lo que buscan los naseiros es llegar a un "consenso" con la Xunta lo antes posible y una negociación que permita modificar los puntos de la normativa y "mantener los puestos de trabajo". "Esperemos que esta semana como mucho pueda estar solucionado todo para que esta gente pueda salir al mar y ganar dinero, que lleva mes y medio parada sin ingresos", precisó el presidente de las cofradías de la provincia de A Coruña, Genaro Amigo, quien confía en que Quintana sea "un poco sensible" en el encuentro fijado para hoy con los patrones mayores de los pósitos.

Amigo indicó que el punto de conflicto "más importante" es el "régimen de calado de las nasas" que, según el nuevo plan, deben retirarse por la noche en el sur de la comunidad gallega. "Las nasas tienen que quedarse en el mar todo el fin de semana para toda Galicia. Si alguna cofradía quiere retirarlas, que lo haga", sentenció.

Sobre la cuestión de los precintos, el presidente de las cofradías coruñesas explicó que son una "cosa nueva" que genera "incertidumbre" entre la flota, por lo que apostó por "otros métodos" para controlar la sobrepesca. Amigo también criticó que la Consellería pretendiese aplicar el plan "de un día para otro". "Estamos de acuerdo en que se pueden revisar muchas cosas, pero consensuadamente y poco a poco, no todo de golpe", añadió.

Ante esta situación, el portavoz de Pesca del Grupo Socialista, José Ramón Val, acusó a la Xunta de abrir una brecha en el sector del pulpo. Por ello solicitó -a través de una iniciativa parlamentaria- que el Ejecutivo gallego reelabore el plan de gestión, esta vez de acuerdo con el sector. Val destacó el "talante autoritario" de Quintana al negarse a mover "ni una coma" del plan, que "ha avivado el conflicto en un sector duramente castigado por la crisis". El diputado socialista exigió a la Xunta que ponga "fin" a la situación en la reunión de hoy y reclamó que Mar retire la obligación de llevar a tierra las nasas a cambio de ampliar los períodos de veda, como propone el propio sector.