La flota sabía y había alertado de las "complicaciones" en la forma de trabajo a bordo y de las pérdidas económicas que le iba a suponer el cumplimiento del nuevo reglamento comunitario que obliga a desembarcar los tiburones con las aletas adheridas al cuerpo. Y ahora, solo un mes y medio después de que el pasado 6 de julio entrara en vigor la norma, el palangre de superficie -en torno a un centenar de buques gallegos- ensaya a bordo distintas fórmulas de trabajo para cumplir la nueva legislación en las mejores condiciones.

"Se están probando distintos sistemas para poder cumplir la ley sin perder seguridad a bordo, ni mucho espacio en la bodega ni presencia exterior del pescado", explican los representantes del sector. Para almacenar los tiburones a bordo sin que las aletas -una vez congeladas- se conviertan en las bodegas en "cuchillos" peligrosos para las tripulaciones, los barcos prueban con distintas soluciones: envolver los cuerpos con la aletas adheridas con film plástico, con cuerdas para que la presión no deje marcas en el animal que mermen la apariencia del pescado, con tanza del aparejo y hasta con bridas. "Cada uno prueba lo que puede y aún tiene que pasar un tiempo de adaptación hasta que demos con el sistema más adecuado", señalan los armadores.

De lo que pocos tienen dudas es de que, como sostiene otra fuente, "de momento, ya se notó en que aumentó el trabajo y la complicación para las tripulaciones, que tienen que hacer un trabajo extra para preparar el pescado y protegerlo y almacenarlo adecuadamente en la bodega y se castigan mucho más". Aunque el grueso de las descargas en tierra con las nuevas normas aún no ha comenzado, el sector ya prevé problemas, con incremento de horas de descarga para separar las aletas y los cuerpos -con precios y mercados bien diferentes- de forma que ni se produzca ruptura de la cadena de frío ni merma en la apariencia de las capturas. Y el tiempo, el de descarga y el de uso de frigoríficos, recuerdan, "también se mide en dinero".

"Ya veremos, y más adelante será el momento de sacar conclusiones pero está claro que esta normativa va a traer efectos negativos y puede que ponga aún en más apuros a parte de esta flota, sobre todo a los más barcos más pequeños", indican fuentes del sector.