La negociación de las posibilidades de pesca para la flota cefalopodera comunitaria -una veintena de buques gallegos- en Mauritania parece cada vez más lejana. Y es que el asunto ni figura en el orden del día de la reunión que el próximo día 17 celebrará en Nuakchot la comisión mixta UE-Mauritania para revisar las condiciones del acuerdo pesquero que firmaron el año pasado, a la vista de las protestas del sector, que solo usa una pequeña parte de las posibilidades de pesca pactadas.

Ante la exclusión del orden del día de la reunión de la posibilidades de pesca para los cefalopoderos -amarrados desde hace más de un año y sin caladero alternativo-, los representantes de esta flota decidieron no acudir a la reunión convocada para ayer por la Comisión Europea (CE) con las flotas comunitarias afectadas y dejar en manos de la patronal pesquera española Cepesca su representación ante Bruselas. "Todo está dicho ya; intentamos con la CE antes de que se cerrara el orden del día de la reunión con Mauritania que se introdujera nuestro asunto en el orden del día y a la vista de que no está vimos que era una pérdida de tiempo y dinero ir a Bruselas y delegamos en Cepesca", explica Francisco Freire, el presidente de la Anacef (Asociación Nacional de Cefalopoderos), que ve que la vuelta a Mauritania "cada vez pinta peor".

El secretario general de Cepesca, Javier Garat, tras la reunión de ayer en Bruselas con el negociador de la DG Mare de la CE ante Mauritania, Roberto Cesari, señaló que "la única puerta" que se abre para la vuelta de algún cefalopodero europeo a Mauritania es en una campaña experimental para valorar la situación del pulpo. "Lo que pedimos son posibilidades de pesca pero, ante la reiterada negativa de Mauritania, la única posibilidad es que acepten que vaya algún barco a esa campaña experimental". Esta vía, sin embargo, no se presenta tampoco fácil de negociar a la vista de la negativa mauritana hasta el momento. Ese asunto sí figura en el penúltimo lugar del orden del día de la comisión mixta, en el apartado de cooperación científica. Ya en la anterior comisión mixta, Mauritania se negó a aceptar barcos europeos en la campaña.

"Nosotros hemos dicho a la CE claramente lo que pensamos: que esta reunión es la última posibilidad de la UE y Mauritania de arreglar el desaguisado que supuso la firma de ese acuerdo y ya advertimos de que si no se logran más mejoras intentaremos que el Parlamento Europeo vote contra su ratificación, además de exigir su denuncia por baja utilización, dejando claro que lo que queremos es que nuestros barcos puedan pescar pero en condiciones adecuadas", indica Garat, en referencia a todas las mejoras en el acuerdo que exigen las distintas flotas, como marisqueros, atuneros o palangreros.

En este último censo están cuatro barcos gallegos de Ribeira dedicados a la captura de palometa. Garat señaló que ayer pidieron a la CE que negocie una rebaja en el canon por toneladas de pesca (de los 105 euros por tonelada a 60, atendiendo al bajo precio y mercado de esta especie), aumento de capturas (el acuerdo establece un máximo de 2.500 toneladas), además de rebaja en el número de tripulantes mauritanos a embarcar y que no se obligue a estos barcos al paro biológico de 4 meses al año de los cefalopoderos.

Mientras la flota repasaba estas demandas en Bruselas, una representación canaria y de los cefalopoderos realizaba ayer presión en Estrasburgo para mostrar a los eurodiputados las negativas consecuencias del pacto con Mauritania, de cara a lograr su rechazo cuando el pleno de la Eurocámara lo vote el próximo día 7 u 8 de octubre.