La tibieza de Bruselas ante los incumplimientos detectados en países como Ghana de la normativa exigida por la Unión Europea para exportar sus productos al mercado comunitario, como se evidenció en la cumbre mundial del atún celebrada la pasada semana en Vigo, fue valorada por el responsable de la asociación de armadores de atunero Opagac, Julio Morón, como un hecho "bastante escandaloso". "No es normal que se sepa la actividad ilícita que hay allí, incluso con rechazos de mercancía, y que el país no esté en la lista negra de la Unión Europa", sentenció.

Morón recordó que hay "evidencias" de conductas ilegales desde 2005 o 2006 y a lo más que ha llegado Bruselas es "a un apercibimiento con tarjeta amarilla, no roja". "Nosotros no queremos ir contra nadie pero desde luego lo que exigimos es que todos cumplan las leyes, como se nos exige a nosotros, cuando quieran introducir su producto en el mercado comunitario", sentenció el portavoz de la flota atunera española asociada a Opagac.