Los trabajadores del sector pesquero gallego no están pasando por un buen momento. La escasez de cuotas, los problemas en la gestión de los recursos, el aumento de los costes de producción y la pérdida de oportunidades en caladeros comunitarios y extranjeros hace que el panorama sea "muy negro" para la pesca de la comunidad. ¿Y en qué se traduce todo esto? Pues en la pérdida de trabajadores en el sector, que cada año engrosan las cada vez más largas colas del paro. Y es que el número de afiliados al Régimen Especial de los Trabajadores del Mar descendió casi un 23% en los últimos diez años. A finales de 2003 había apuntados en este registro 29.073 profesionales, mientras que al cierre del pasado ejercicio solo eran 22.397. Y por provincias, la que concentra el mayor desplome es Pontevedra, que perdió en la última década casi un 27% de los trabajadores del mar, frente a la caída del 14% registrada en A Coruña.

El Régimen Especial de los Trabajadores del Mar no ha hecho más que perder afiliados en los últimos años en la comunidad gallega. La "sangría" registrada desde 2003 hizo que se perdiesen 6.676 empleados en el sector en una década. Ya solo en 2012 se dieron de baja en el registro 777 trabajadores, frente a los 398 de 2011, los 604 de 2010 o los 619 de 2009. El peor año de los últimos diez fue 2007 (cuando se perdieron 1.183 puestos de trabajo), seguidos del año anterior, 2006, en el que se dieron de baja 911 marineros.

La mayor caída de la década se produjo entre los trabajadores por cuenta ajena, con un descenso de casi el 25%. En 2003 había 16.371 afiliados y en el pasado ejercicio solo 12.305. La reducción en el caso de los autónomos fue menor, del 20,5%, al pasar de los 12.702 profesionales por cuenta propia registrados hace diez años a los 10.092 al cierre de 2012.

Por provincias, la que registra los peores datos es Pontevedra. Si en 2003 eran 19.353 los trabajadores pontevedreses dados de alta en el régimen correspondiente de la Seguridad Social, el pasado año la cifra descendió un 27%, hasta los 14.168 empleados registrados, lo que supone una pérdida de 5.185 puestos de trabajo en una década. En el caso de Lugo la caída es más leve, del 19,5%, tras desaparecer 428 empleados del registro.

A Coruña, por su parte, es la provincia que registra el menor descenso, en este caso del 14%. En los últimos diez años el sector pesquero coruñés perdió 1.603 trabajadores, al pasar de los 7.526 dados de alta en el Régimen Especial del Mar de la Seguridad Social a los 6.463 del pasado ejercicio. Pero es precisamente la provincia coruñesa la que está pasando por su peor momento en la actualidad, ya que en lo que va de año perdió 568 trabajadores del sector pesquero, frente a los 81 de Lugo y los 27 de Pontevedra.

Y es que la situación parece no mejorar, ya que el último dato aportado por el Ministerio de Empleo (de septiembre del presente año) constata que, en lo que va de ejercicio, ya se dieron de baja 622 trabajadores de la pesca gallega. "Y la situación va a ir a peor", asegura el sector, ya que la actividad pesquera en Galicia es "cada vez más complicada". Todo apunta a que así será, ya que las solicitudes presentadas por los armadores este año para desguazar sus barcos baten récords. Con la reducción del censo de embarcaciones, cientos de profesionales se verían obligados a abandonar la actividad. "La caída del número de buques significa una clara reducción de puestos de trabajo", señala la economista de la Universidade de Santiago María do Carme García Negro.

Y el sector culpa de esta situación a la "política nefasta" que se ejerce desde Bruselas, que supone la reducción de posibilidades de pesca y la "expulsión" de la flota de caladeros de gran interés para Galicia, como es el caso de Mauritania. A esto se suman los "disparatados" costes de producción y la "falta de relevo generacional" en el sector pesquero gallego.

La situación que se vive en Galicia se repite en el conjunto de España. En la última década el Régimen Especial de los Trabajadores del Mar perdió 13.529 afiliados, lo que supone una reducción de algo más del 19%, al pasar de los 71.238 trabajadores dados de alta en 2003 a los 57.709 del ejercicio pasado. Y en lo que va de año, más de lo mismo. Desde que empezó el ejercicio y hasta el pasado mes de septiembre desaparecieron del registro 4.244 profesionales.