El 2013 fue un año importante para la pesca en Galicia, y así lo destaca el presidente de la Federación Galega de Confrarías de Pescadores, Benito González Sineiro, quien afirma que todavía hay que trabajar mucho en Europa y en las propias cofradías para mejorar.

-¿Cómo fue el 2013 para la pesca gallega?

-Para la nuestra, la pesca artesanal de bajura, fue un año atípico en el que el tiempo no nos ayudó casi nada. Los primeros seis meses del año fueron malos, con mucho viento y lluvias, y de repente ya llegó el verano. Por eso en algunas partes hubo parones en el marisqueo y también en determinadas artes. Es decir, fue un año en el que se retrasó todo y en el que los recursos también fueron escasos. Y luego claro, los efectos de la crisis que se siguen notando, que también hacen subir los precios.

-¿Qué piensa que es lo más negativo y positivo del año?

-Lo más negativo es la crisis que tenemos encima y lo más positivo? pues es difícil de elegir. Se dieron noticias buenas con el tema de las cuotas de Europa, no tanto para las embarcaciones de bajura, pero sí es favorable. A ver si se mejora algo, porque hay mucho que trabajar para que vayamos avanzando y tengamos algo más de cuota en algunas especies.

-¿Cree que se hace todo lo posible para negociar con Europa? ¿Cambiaría algo?

-Creo que el gran problema es que partimos de una muy mala posición. Si lo haces mal desde un principio, luego tienes que ir remendando todo de muy mala manera. El punto de salida fue inferior, con un porcentaje de cuotas ridículo cuando ingresamos y ahora hay que luchar mucho para poder cubrir las necesidades de la flota que tenemos. Y no estamos en condiciones de perder más flota porque si no los puestos de trabajo se van.

-Hace poco mencionó en una entrevista que "la supervivencia de algunas flotas está en riesgo". ¿A qué se refería exactamente?

-Hay flotas que están en riesgo. Las que tienen especies sujetas a TAC se ven desanimadas. Como en todas las empresas muchos piensan si jubilarse ya o no, y si lo quieren hacer se están dando cuenta de que no tienen a nadie por detrás que continúe en su lugar.

-¿A qué se refiere?

-Tiene que haber un atractivo para que ese nuevo armador se interese y entre a comprar, pero si la situación está en la cuerda floja no se puede. De hecho ahora está pasando que hay barcos en venta que no están encontrando comprador como antes porque no hay nadie que los quiera. Al mismo tiempo, un barco de estos pasa a tener una serie de medidas y obligaciones que conllevan pagos. Si antes tenías una ayuda para comprar un nuevo aparato o para cambiar el motor, ahora está muy restringido. Entonces es una flota con muchos costes, motores malos porque no los pueden cambiar, más gastos de gasolina? Todo esto hace que exista un pequeño desánimo y si entra gente nueva lo hace buscando barcos pequeños. Creo que debería haber capacidad para crear empresas: si una persona no puede acceder a un barco, a lo mejor entre dos sí pueden. Pero claro, aquí ese sistema no se lleva y esa realidad podría dar paso a que estos barcos sí se vendieran.

-Pero al mismo tiempo, también comentó que existe una tendencia de la gente joven a volver a ver el mar como una oportunidad de trabajo, ¿no?

-Efectivamente. Por ejemplo, hace ahora 10 años tuvimos que buscar en Cambados más de 70 marineros de Perú. Ahora toda la demanda que existe es de gente de aquí. Tenemos una demanda de cursos muy grande, porque cada vez se necesita más formación. La gente por un lado quiere tener varias puertas abiertas. Si tienes formación hecha tienes la posibilidad de ir al mar. Pero sí, cada vez más jóvenes se interesan un día sí y otro también en saber si hay alguna plaza en algún barco para poder trabajar.

-¿Cómo está actualmente la salud de las cofradías?

-Económicamente no está nada bien. Hay algunas cofradías que cada vez tienen menos ingresos y se están haciendo más pequeñas. Otras están con ERE o sufriendo reajustes de personal que no se hicieron en su momento. Pero claro, lo importante es la bajada de ventas e ingresos y la crisis, que afecta a todos. Después hay que ir introduciendo la mentalidad de que la cofradía es un punto de unión entre todos, que hace las gestiones de trabajo, hacienda, seguridad social? El socio tiene que pensar más y valorar más este trabajo.

-¿Qué parte de culpa tiene la falta de un nuevo decreto para regular a las cofradías?

-El decreto se volvió a discutir en varios puntos. Por un lado se le quiere dar un carácter más empresarial. Por otro, el sistema electoral, por el que no había muchas quejas. La mayoría quería lista cerrada o que fuera optativo, es decir, abiertas o cerradas. Hay cofradías en las que da igual, pero en otras se hace más difícil al no haber equipo de dirección. Tenemos que aprender a discutir las cosas entre nosotros por el bien de todos. Un decreto se hace nuevo para corregir los errores en las cofradías, que a lo mejor son problemas internos que puede generar un mal clima que no lleva a ningún lado. Y esto tienes que reflotarlo con un decreto y unas leyes.