Tanto los armadores como las cofradías están de acuerdo en que la nueva normativa que fija las tripulaciones mínimas de seguridad en las embarcaciones de pesca es beneficiosa y necesaria para el sector. Destacan, sobre todo, el obsoleto decreto anterior, que data de hace 50 años, que necesitaba "amoldarse" a la realidad actual de la flota al poseer una tecnología muy superior a la de entonces. El Real Decreto del 5 de diciembre, que entrará en vigor a partir del 30 de enero y que fue publicado por el Boletín Oficial del Estado (BOE) el pasado día 31, es "un paso importante", según aseguran los responsables de la Cooperativa de Armadores de Vigo. Pablo Lage, del departamento de roles de la asociación -que se encarga de colaborar con los armadores para que la documentación del barco y la tripulación esté conforme a la normativa vigente-, cree que el nuevo decreto "regulariza la situación de los barcos, que con la tecnología actual no se parece en nada a lo que había en 1964", cuando se aprobó la anterior normativa.

En cuanto a la flota de gran altura y de altura, la posibilidad de reducir de diez a ocho tripulantes, "es una buena notica". "Los barcos están dotados de unos medios que antes no se tenían en la pesca y eso supone ajustar la tripulación", comenta Lage, que añade que la "Marina Mercante ya venía disponiendo asignaciones de tripulaciones mínimas y supone una actualización a la situación de hoy en día".

El presidente de la Federación Galega de Confrarías de Pescadores, Benito González, por su parte, explica que algunos patrones y armadores con los que habló ayer se vieron "sorprendidos" ante la posibilidad de que barcos de hasta 12 metros pudieran llevar tan solo una persona a bordo. "En todos los sitios hay gente que necesita ir solo porque el trabajo para dos no da, pero hay que mantener la seguridad por encima de todo, siempre", indica.

Sin embargo, González precisa que hay que leer "la letra pequeña", puesto que "al fin y al cabo queda un poco al criterio del capitán marítimo de la zona, que dependiendo de una serie de circunstancias -medidas de seguridad mínimas estipuladas en el nuevo decreto- va a permitir salir a faenar o no".

Mientras, otros representantes de los pósitos gallegos resaltaron que la aplicación de este Real Decreto "es algo que se venía demandando por parte del sector, puesto que la normativa anterior era muy antigua". "Hoy está todo automatizado y las tripulaciones no son tan necesarias en número como anteriormente. Y, como en todo ámbito de trabajo, los armadores, si pueden, ahorran personal", sentencian.