La flota de cerco gallega decidió ayer poner fin a sus protestas y levantar el amarre iniciado hace dos semanas contra el reparto de los cupos de xarda y jurel. Así lo pactaron los armadores reunidos ayer en Portosín, tras la reunión celebrada el pasado martes entre la conselleira do Mar y los representantes del sector. En el encuentro, Rosa Quintana se comprometió a trasladar todas las quejas y exigencias de los cerqueros al Ministerio de Agricultura, para tratar de mejorar las cuotas que le corresponden a Galicia. "No estamos de acuerdo con el reparto inicial, pero tendremos que acatarlo", comenta el portavoz de la Asociación de Armadores de Cerco de Galicia (Acerga), Andrés García, que explica que una de las exigencias que lanzarán a Madrid es la de empezar a organizar "cuanto antes" la campaña del próximo ejercicio "para que no se repita esta situación".

Se acabaron las protestas frente a la Xunta, las pitadas en puerto y las manifestaciones a pie de calle. La "amplia mayoría" de los cerca de 120 armadores reunidos en Portosín decidió poner fin a un amarre que cumpliría hoy dos semanas. El sector confía ahora en que Quintana cumpla con su promesa y traslade todas sus quejas a Madrid, a cambio de que los armadores acaten el reparto planteado. "No apoyamos el reparto, pero tendremos que acatarlo por lo menos este año", lamenta García. Y es que el sector teme que la pesquería de la xarda se abra "en cualquier momento" y el resto de flotas que operan en el Cantábrico arranquen la campaña y dejen a la gallega sin recursos.

Los cerqueros elaboran ahora el documento que recoge sus exigencias, que deberán trasladar a la Consellería. Los armadores insisten en que la mejor opción sería "destruir" el reparto planteado, que atiende a las capturas históricas. Pero, conscientes de que conseguir una nueva distribución de cupos es ya casi una misión imposible, la flota prepara ya un plan para hacerse con más cuota de la inicial.

El punto de mira está en el País Vasco, al que tratarán de "rascar" posibilidades de pesca. Para ello, los armadores exigen que se analicen "exhaustivamente" los datos de desembarques de los buques vascos, al entender que sobrepasaron su cuota en los últimos años. "Algunos descargaron 70.000 kilos diarios cuando el tope estaba en 10.000", critica el sector, que espera conseguir con esta medida el 30% de la cuota de xarda, frente al 25% actual.

Los armadores reclaman, además, que la cuota que le pertenece a Galicia se distribuya de forma lineal, atendiendo al número de tripulantes enrolados. Para el caso del jurel, la flota aboga por realizar una orden de extensión autonómica, que fije topes y restricciones para que la pesquería se pueda mantener a lo largo del año. El sector acepta así el reparto planteado por Madrid, pero exige que se comience a trabajar cuanto antes en la distribución para el próximo ejercicio, que espera que sea "más justa".

La conselleira do Mar, por su parte, celebró ayer el consenso acordado con el sector, que permitirá que la flota gallega tenga "futuro" y que la comunidad pueda regularse "a sí misma". La Xunta trabajará para revisar todos los datos de capturas y, si hay errores, transmitirlos a la Secretaría General de Pesca para que los corrija. El ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, reclamó por su parte "flexibilidad" al sector, al reconocer que el reparto de la xarda es "muy complejo", si bien -a su juicio- la solución al conflicto pasa por un reparto de los cupos por cada barco.