Los buques de palangre llegan a los puertos con la bodega hasta los topes y, sin embargo, pierden capacidad. Al tener que separar las aletas del resto de la pieza en el puerto, tienen que idear soluciones para ganar el máximo espacio posible. Así, por ejemplo, en un barco de 150 toneladas, los armadores pierden hasta 5.000 kilogramos de carga por viaje. "Dejamos de ganar porque perdemos espacio y aún por encima los precios son bajos", se quejan.

Por eso, en cada uno de los viajes que realizan últimamente buscan el sistema más cómodo posible para ganar capacidad. La última idea que se les ocurrió es rodear la captura con una red plástica para así apretar lo máximo posible las aletas al tronco y conseguir que entren más piezas.

"Todavía no hemos dado con la solución ideal pero seguiremos haciendo pruebas", concluyen los espaderos gallegos.

La flota gallega de cerco irá hoy a la misa del peregrino en Santiago en una protesta pacífica para pedir la "intercesión divina" en su conflicto ante la falta de respuesta política a sus demandas de un trato igualitario a Galicia en el reparto de cuotas de jurel y caballa. El armador y patrón coruñés Marcos Alfeirán detalló que tras la misa, entregarán una carta al obispo con sus peticiones y ofrecerán una rueda de prensa en la Praza do Obradoiro para denunciar "todas las mentiras" vertidas sobre el sector.