El centenar de buques gallegos de la flota de artes menores que estos días se dedican a la captura de caballa -o xarda- en el Cantábrico tendrán que detener la actividad extractiva desde hoy por orden de la Secretaría General de Pesca, que decidió el cierre cautelar de esta pesquería para realizar el recuento de la cuota consumida desde el inicio de la campaña, hace solo unas semanas, según confirmó ayer el presidente de la Federación Galega de Confrarías de Pescadores, Benito González. Según los datos del sector, esta flota de artes menores lleva ya consumido alrededor del 80% del cupo total asignado, que en el caso de Galicia suma un global de 2.500 toneladas. Cada uno de los buques gallegos dedicados a esta pesquería están autorizados a capturar y descargar un máximo de 400 kilos de caballa al día por tripulante, hasta un límite de 2.000 kilogramos por embarcación y jornada de faena.

El cierre cautelar de la pesquería a partir de hoy, aunque esperado, causó cierta desazón en la flota del anzuelo al verse casi obligada a permanecer amarrada en los puertos cercanos al caladero cantábrico casi toda la próxima semana, que es Semana Santa. "De haberse prolongado la pesquería un par de días más igual la gente los trabajaba y ya se podía volver porque para el cierre definitivo de la pesquería no debe faltar ya mucho", indicó González, que asegura que a sugerencia del propio sector intentará hoy mismo que la Secretaría de Pesca pueda atender esta circunstancia, aunque no se le escapan las dificultades para lograrlo.

El cierre de la pesquería para el recuento del cupo consumido es práctica habitual para evitar excesos de capturas y más teniendo en cuenta la sanción que debe asumir la flota española durante varios años para compensar la sobrepesca detectada en años anteriores.

Hace tres semanas y, coincidiendo con la apertura de la pesquería de la xarda para la flota de cerco y artes menores, la Secretaría General de Pesca decretó el cierre para la misma especie para la flota de arrastre, medida que además de servir para medir el consumo de la cuota pretendía evitar el previsible desplome de precios al coincidir todas las flotas en la misma pesquería.

Por su parte, la flota de cerco gallega, especialmente la del norte, asegura que "poco queda" para agotar su cuota disponible. Mientras, la mayor parte de los cerqueros del sur han optado por no acudir al Cantábrico y esperar a que la caballa se encuentre en las aguas del sur, hacia el tercer trimestre del año.