La flota de cerco gallego exige al Gobierno que se establezcan paros biológicos subvencionados en la época de desove de la sardina (entre los meses de agosto y septiembre) para la recuperación de la especie en aguas ibéricas. Así lo reflejan las alegaciones al borrador del plan de gestión de la especie elaborado por el Gobierno, que ayer presentó la Asociación de Armadores del Cerco en Galicia (Acerga).

El sector se reunió ayer con representantes de la de la Consellería de Mar, dentro de la Comisión Sectorial del Cerco, para analizar la propuesta de la Secretaria General de Pesca y ambas partes coincidieron en que el plan propuesto por el Ministerio de Agricultura perjudica a la flota gallega. El cerco recibió el apoyo de la Xunta en sus reclamaciones ante el Gobierno.

Dentro de las pretensiones de Ministerio está que la captura de esta especie empiece a regirse por un sistema de Total Admisible de Capturas (TAC), similar al que ya se aplica con la xarda y el jurel, y que no existía anteriormente para la sardina.

Acerga asegura que de aplicarse este plan de gestión, presentado por la Secretaría General de Pesca el pasado mes de abril, la ruina para el cerco gallego estaría asegurada, y que llevaría incluso a su desaparición. Los armadores reconocen que la situación de la sardina no es buena. A los informes científicos que alertan de la escasez de la especie se suma su propia experiencia de los últimos años, en los que la pesca ha ido a menos. Por eso, más que un plan de gestión proponen un plan de recuperación de la sardina que permita garantizar la sostenibilidad de la especie a largo plazo.

Este proyecto pasaría por establecer una veda subvencionada en época de desove y por marcar unos topes de captura por barco y día en las principales zonas de pesca de la sardina ( costa de Vizcaya y costa de Portugal). La flota propone además la protección de los alevines de la especie con un tope de capturas pequeño para aquellas embarcaciones de pequeño porte.

El borrador del plan de gestión diseñado por el Gobierno afecta no solo a la flota española sino también a la portuguesa. Acerga denuncia el reparto desigual de las cuotas entre los dos países, al corresponderle el 60% de las capturas a Portugal y el 40% al cerco español "a pesar de que la flota española triplica en unidades a la portuguesa".

Según los cálculos realizados por el sector la cuota de sardina quedaría reducida para la flota española a unas 8.400 toneladas frente a las 12.602 de la lusa, una disminución, insisten desde el sector, "que llevaría a la imposibilidad de subsistencia del Cerco".

Los gallegos no están solos en su lucha contra el plan de gestión de la sardina. La Federación Andaluza de Asociaciones Pesqueras rechaza el proyecto de orden, que limita por primera vez la captura de la especie en el Golfo de Cádiz. La federación confía, como el sector gallego, en que el Ministerio acepte sus alegaciones.