El anuncio de que España no renovará el pacto pesquero con Portugal, vigente hasta finales de año, ha encendido las luces de alarma en el sector cerquero gallego y andaluz, así como en el de artes menores. Unos y otros consideran que el acuerdo de pesca hispano-luso es mucho más que la pesca de arrastre que los barcos portugueses realizan en el caladero nacional Cantábrico Noroeste y, especialmente, frente a la costa gallega, y que en caso de que tal convenio no se renueve, los perjuicios para la flota costera de Galicia y Andalucía son mayores que los beneficios para el arrastre de una hipotética prohibición de pescar durante el fin de semana.

Tanto el cerco como las artes menores creen que el acuerdo de pesca entre España y Portugal trasciende a un sector, el de arrastre, que puede reivindicar la igualdad en cuanto a los descansos para una y otra flota en el fin de semana, pero "nunca utilizar como arma arrojadiza" el rechazo de un pacto que beneficia "a muchos marineros gallegos y andaluces que, con una simple gamela y dada la proximidad de las aguas portuguesas, pueden pescar sin problemas para ganarse la vida dignamente".