El 85% de las latas de atún importadas por la Unión Europea de terceros países incumple las normativas comunitarias, según denunciaron ayer los responsables de la patronal conservera española Anfaco-Cecopesca durante la presentación en Madrid del Observatorio de la Trazabilidad, que pretende promover la competencia leal en ese mercado. El presidente de la asociación de conserveras, Jesús Alonso Escurís, alertó de que la mitad de las latas que se comercializan en la UE proceden de países no comunitarios y que, dentro de esas importaciones, "el 85% incumple alguna norma".

La Fundación Clúster de Productos del Mar, dependiente de Anfaco-Cecopesca, presentó en la Secretaría General de Pesca el Observatorio de la Trazabilidad del atún, con el objetivo, precisamente, de velar por la igualdad de condiciones en el comercio, para que el consumidor adquiera latas obtenidas legalmente y con respeto a los derechos laborales.

El observatorio impulsará la vigilancia, para verificar si las conservas proceden de empresas que respetan los derechos humanos, así como las reglas de calidad alimentaria, según explicó el director de esta nueva entidad, José Carlos Castro, presentada también la semana pasada en Vigo, en la Conferencia Mundial del Atún.

Para ello, el organismo inició los trabajos estadísticos para detectar las zonas o empresas donde hay "mayores problemas", según Alonso Escurís, si bien resaltó que no se trata "de ir contra países, sino de identificar a los incumplidores".

Recovecos en la legislación

En su intervención, el director general de Ordenación Pesquera del Ministerio de Agricultura, Carlos Larrañaga, sostuvo que el observatorio supone "una vuelta de tuerca" para conseguir que las conservas provengan de la "pesca responsable". Aunque dentro de la UE existen las reglas suficientes, según Larrañaga, en el mercado a veces hay "recovecos" por los que se cuelan importaciones que compiten deslealmente con la fabricación española y comunitaria.

Larrañaga señaló que es importante identificar el origen de las latas y pedir el apoyo de los ciudadanos de la UE para evitar que esas mercancías ilegales se vendan.

Tanto el director de Ordenación Pesquera como el presidente de la asociación portuguesa ANIP, Sergio Real, afirmó que hay que impedir que se comercialicen productos obtenidos en condiciones de "esclavitud" o recurriendo al "trabajo infantil". Aunque en el acto no quisieron citar a países concretos, son conocidas las críticas del sector sobre Tailandia, líder mundial en conservas de atún, amonestado por Bruselas por pesca ilegal y donde, según las ONG, hay casos de esclavitud.