Las dos asociaciones que representan al cerco gallego defienden posturas enfrentadas, pero parecen haber encontrado un punto de consenso sobre el reparto de cuotas en el Cantábrico Noroeste. Ambas, tanto la Asociación de Armadores de Cerco de Galicia (Acerga) como Cerqueiros Galegos, ven prioritario solucionar la situación de una parte del sector, cifrada por Acerga en unos 40 buques, que cuenta con unas cuotas de pesca "mínimas". La reunión que mantienen hoy a las 11.30 horas con representantes de la Consellería do Mar en Santiago servirá para comprobar hasta qué punto están dispuestos a ceder en favor de este grupo de embarcaciones. El objetivo es lograr un acuerdo de la flota gallega para contar con una postura sólida de cara a la negociación del nuevo reparto de cupos en Madrid, que será a principios de enero.

"Nosotros somos la mayoría y tenemos nuestras demandas claras, pero vamos dispuestos a escuchar", aseveró ayer el portavoz de Acerga, Andrés García. Unas reivindicaciones que consisten en "deshacer" el reparto actual y establecer uno lineal, por tripulante embarcado. Pese a ello, García se mostró abierto a negociar siempre que se solucione "el problema de los 40 barcos que no tienen cuota", aunque considera la distribución lineal como la manera "más justa" de lograrlo.

El vicepresidente de Cerqueiros Galegos -asociación minoritaria de reciente creación y contraria a modificar el reparto-, Gonzalo Pérez, también considera importante atajar el problema de los buques que carecen de posibilidades de pesca. Para lograrlo proponen dos medidas: conseguir más cuota y que el cupo sobrante a final de año sea repartido entre estos buques, una posibilidad que incluye el nuevo plan de gestión del Cantábrico Noroeste.

Este punto abre una posibilidad de acuerdo en el sector, que hasta ahora mantenía posturas irreconciliables. González, sin embargo, asegura que Cerqueiros Galegos va a la reunión a "escuchar a la conselleira", pero considera además que un cambio en la directiva de Acerga facilitaría que se alcanzase un acuerdo y censura sus contactos con formaciones políticas como el BNG que, según él, "solo perjudican al sector". Mientras, García defiende que el aumento de los cupos con el reparto actual solo agrandaría la "brecha" entre los barcos con poca cuota y los que más tienen.

La Xunta citó a todo el sector a comienzos de la semana pasada, aunque el anuncio vino precedido de un encontronazo del presidente, Alberto Núñez Feijóo, con dos marineros de cerco, que lo esperaban a la entrada de un mitin para entregarle una carta explicando sus reivindicaciones. Durante el encuentro, que acabó en discusión, Feijóo emplazó al sector a "ponerse de acuerdo". Días después, la oferta se hizo formal.

El pasado jueves, sin embargo, el secretario xeral de Mar, Juan Carlos Maneiro, caldeó el ambiente al vincular los problemas del cerco a la deficiente gestión de los cupos. El popular llegó a decir que algunos de los armadores acampados "están agrandando su barco tres metros". Posteriormente, el secretario general de Pesca del Gobierno, Andrés Hermida, fijó para la primera quincena de enero la reunión con todo el sector -gallegos, asturianos, cántabros y vascos- para negociar el nuevo plan de gestión.

Al encuentro de hoy también asistirán el resto de asociaciones que agrupan a la flota de cerco gallega. Precisamente, los 25 armadores asociados a la Cooperativa de Armadores de Vigo (ARVI) - integrados también en Acerga- apuestan por una solución alternativa que pasa por establecer un tope diario de pesca en toda España, a semejanza del que existía en Galicia antes del reparto individual por criterios históricos en 2013.

Mientras, las cofradías gallegas decidieron ayer en asamblea apoyar a Acerga en sus reivindicaciones. "Los socios de Acerga somos mayoría, y lo somos también aquí", sentenció García.

Un poco antes de esa reunión, a las 11.00 horas, las mujeres de los marineros y armadores de Acerga se reunirán con los alcaldes costeros de Galicia en la acampada que mantienen en Santiago para pedirles que apoyen sus reivindicaciones.