La Consellería do Mar propuso ayer a la flota de cerco establecer un "mínimo porcentual" para los barcos de este segmento que no cuentan con "ninguna posibilidad de pesca". Con este objetivo, la Xunta realizará un estudio para concretar los porcentajes a distribuir y el número de buques que podrían beneficiarse de esta medida, tal y como prometió ayer la titular de Mar, Rosa Quintana, en su primer encuentro con el sector tras dos meses de amarre y acampada de protesta ante la sede de la Xunta.

Tras varios meses sin avances en las negociaciones entre cerco y Gobierno gallego, y con el sector dividido entre la Asociación de Armadores de Cerco de Galicia (Acerga) y Cerqueiros Galegos, las tres partes acercaron posturas y volverán a sentarse la próxima semana para seguir avanzando. El punto de encuentro fue, como adelantó ayer este diario, la situación de los barcos que cuentan con una cantidad mínima de cuotas pesqueras, que Acerga cifra en unas 40 y Cerqueiros Galegos en 15.

La reunión duró más de cuatro horas y en ella participaron además la Federación Galega de Confrarías, la Cooperativa de Armadores de Vigo (ARVI), la Organización de Productores Pesqueros de Lugo y Cooperativa de Armadores de Ribeira.

Aunque uno de los objetivos de la jornada era buscar una "propuesta común" para discutir en Madrid el nuevo reparto de cuotas del Cantábrico Noroeste, Quintana apuntó después del encuentro que no se prevé ningún cambio en este aspecto, ya que tras analizar los datos "no hay otro criterio que favorezca a Galicia". "Los criterios de reparto que hay son los que más posibilidades de pesca dan a nuestra flota", defendió. La conselleira también recriminó a Acerga que la propuesta de establecer un mínimo ya había sido presentada hace dos años, pero fue rechazada por el sector. El portavoz de Acerga -que agrupa a la mayoría de los barcos de cerco en Galicia y busca sustituir el reparto en función de históricos por uno lineal, por tripulante-, Andrés García, respondió a la conselleira que la propuesta no era esa "ni mucho menos". "Lo que se nos propuso era un cambio de caballa por jurel, pero nosotros estábamos y seguimos estando muy escasos de jurel, no podíamos aceptarlo", explicó.

García admitió que sí hubo un acercamiento durante la reunión de ayer, pero ni siquiera se puede hablar de un "principio de acuerdo". "Todos entienden el problema en el que están muchos barcos gallegos, a partir de ahí se van a hacer cálculos y a seguir hablando", explicó. El portavoz reconoció que ese suelo mínimo que la Consellería quiere poner a los pesqueros sin cuota es complicado de calcular. Son barcos sin históricos porque se compraron cuando llevaban años parados o porque el armador anterior "no se dedicaba al jurel".

El presidente de Cerqueiros Galegos -que no se opone al reparto actual-, Manuel Muñiz, explicó que se negocia para que barcos "con falta de historial" o de nueva construcción puedan contar con cuotas. Muñiz estima que son unos 15 buques los que se encuentran en esta situación. "Se va a intentar ayudarlos, pero siempre que lo apoyen las asambleas tanto de Cerqueiros Galegos como de Acerga". Avisa de que para llevarse a cabo, la medida tendría que hacerse en negociación con todas las flotas del Cantábrico y el consentimiento de la Secretaría General de Pesca.

Muñiz negó que se debata una cuota mínima para todos los barcos del cerco, sino para aquellos que no cuenten con históricos de pesca. "Solamente se va a aplicar a los que se encuentran con 0,0% de historial para que puedan pescar 30 o 50 toneladas o lo que le toque", advirtió el directivo, que aprovechó para defender la gestión de la Consellería do Mar y su titular, Rosa Quintana, que "no son los responsables".

Acampada

Acerga, sin embargo, decidió mantener la acampada y el amarre de la flota durante una asamblea en la que se explicó a los marineros y armadores acampados delante de la sede de la Xunta el resultado de la negociación. La asamblea decidió esperar a la próxima semana para valorar la propuesta de la Consellería.

Antes de la reunión, diversos alcaldes de localidades costeras como Muxía, Camariñas o Noia, así como el regidor de Santiago, Martiño Noriega, mostraron su apoyo al cerco y a las mujeres de los marineros que los habían convocado a una reunión en la acampada.