Fuentes de la Asociación de Armadores de Cerco de Galicia (Acerga) denuncian que unos 500 marineros de cerco han pasado los dos meses de paro que encadena el sector sin percibir prestación por desempleo alguna. Según estas fuentes, de los 60 barcos de la provincia de A Coruña que tramitaron expedientes de regulación de empleo luego del amarre de la flota que tuvo lugar a mediados de octubre, solo diez consiguieron gestionarlos a tiempo para que los tripulantes recibieran el pago en diciembre, por lo que la Administración les explicó que el resto de trabajadores no podrá cobrar hasta el 2 de enero.

Este diario intentó sin éxito obtener una explicación del Ministerio de Empleo y el Instituto Social de la Marina en repetidas ocasiones.

El caso de los barcos de la provincia coruñesa es especial por su tipo de contrato. Mientras que en Pontevedra y Lugo la mayoría de los trabajadores están sujetos a contratos fijos discontinuos, que permiten recibir una prestación por desempleo durante los períodos de inactividad, los buques coruñeses funcionan con contratos indefinidos, que requieren de la tramitación de un expediente de regulación de empleo temporal para poder cobrar el paro.

"En la gestoría nos dijeron que al ser tramitado el expediente después del 3 de noviembre no podríamos cobrar a tiempo", explica Manuel Bariza, marinero de Malpica. "Es duro, porque estamos en Navidad, ya pasamos octubre sin pescar y se van acumulando los meses sin ingresos", añade. Manuel tripula el Castelao, un pequeño barco que pertenece a su familia: su padre es el armador y su hermano, el patrón. Hace dos años, con unas "previsiones mejores", decidieron pedir un préstamo para "modernizar" un barco que ya llevaba muchos años pescando. Ahora, tras tres meses sin ingresos y con una cuota que considera "escasa", admite verse "superado" por la situación.

Por esto, Bariza asegura que lo que más le preocupa no es cobrar el paro, sino el reparto de cupos por el que protesta la mayoría de la flota. A este respecto, Manuel no ve solución alguna: "Llevamos dos meses protestando y no se ha solucionado nada. Parece que están esperando al 15 de enero, cuando se repartan los nuevos cupos, para mandarnos de vuelta al mar y tenernos callados", sentencia.

A la situación de los marineros se suma la de los armadores, que pese al paro tienen que seguir pagando los gastos derivados de su barco. Manuel Casal, patrón y armador del Pedra do Mar, asegura que cada mes tiene que pagar "entre 3.500 y 4.000 euros de Seguridad Social, vaya o no vaya al mar". Según el portavoz de Acerga, Andrés García, esto se debe a que, aún sin actividad, los barcos deben seguir pagando la llamada cuota patronal, que representa "un 80% de los gastos de Seguridad Social de un buque con una actividad normal".

El armador afirma que los gastos son múltiples, desde el mantenimiento del barco hasta el alquiler del almacén. "Es una empresa que mueve mucho dinero, no puede estar parada", indica.

Casal asevera que la situación de los marineros que están sin cobrar, sumado al "momento complicado" del sector de cerco en general, está perjudicando a los pueblos costeros.,aunque se muestra aliviado, ya que sus trabajadores pudieron recibir sus prestaciones en diciembre, "En estos pueblos hay poco empleo fuera del mar, no hay mucha industria, por lo que las fuentes de ingreso son casi siempre del cabeza de familia", explica. Para el armador, la suma de estos factores se está notando en los pueblos, que están "muertos". "Si acabamos con la pesca, acabamos con la vida en la costa, con todo lo que conlleva".