La reunión de ayer entre la Secretaría General de Pesca y el sector de cerco español acabó sin acuerdo para la modificación del sistema de reparto de cuotas pesqueras en el caladero Cantábrico Noroeste. La reivindicación principal de la Asociación de Armadores de Cerco de Galicia (Acerga) -que encadena tres meses de amarre y protestas en demanda de un reparto lineal por tripulante-, a la que se sumaron los cerqueros asturianos, fue denegada por el secretario general de Pesca, Andrés Hermida, que alegó que con un Gobierno en funciones "no es el momento de modificar órdenes ministeriales que condicionen al futuro Ejecutivo". Hermida argumentó que el cambio en el reparto no estaba en el orden del día y añadió que la mayoría de la flota está "cómoda" y "apoya" la distribución actual de cupos, en función de registros de capturas históricas.

El titular de Pesca también evaluó "positivamente" el año 2015, al entender que hubo "un incremento en la facturación" de los cerqueros. En este sentido, informó de que de los 252 barcos de cerco operativos en el Cantábrico noroeste, "solo 60" redujeron su facturación.

El portavoz de Acerga, Andrés García, se mostró muy contundente tras la negociación: "El secretario de Pesca fue a la reunión a echarse flores y presumir de gestión, mientras se escudaba en ser un Gobierno en funciones para no ofrecer ninguna solución a nuestro problema", aseguró. La asociación, que representa a la mayoría del sector en Galicia, celebra esta tarde una asamblea para decidir si continúa con el amarre de la flota y su acampada en Santiago, que ya dura tres meses. "No sé qué más debemos hacer para que nos escuchen", lamentó García, quien negó que el reparto actual cuente con el apoyo de la mayoría del sector. "Entre gallegos y asturianos somos más de la mitad del cerco español", argumentó el representante de Acerga.

Al encuentro, que duró más de tres horas, asistieron representantes de las asociaciones de cerco de Galicia, Asturias, Euskadi y Cantabria junto a los Gobiernos de cada comunidad. También estuvieron presentes representantes sindicales de CCOO, UGT y CIG.

Lo único en claro que sacaron los cerqueros fue la propuesta llevada por la Xunta, en la que la Administración gallega planteó a Madrid que no multase este año a Acerga por la sobrepesca de jurel en la que incurrieron durante el pasado año, cifrada por la asociación de entre un 13% y un 17% más de lo establecido. Dado que España no superó la cuota global que le fue asignada, postergar la sanción sería posible. Según explicaron desde la Xunta, Madrid dio el visto bueno a la iniciativa pero supeditó su aprobación final a que el resto de autonomías lo acepten. Igualmente, el Ministerio de Agricultura aceptó la idea gallega de dar una cuota mínima a los barcos más pequeños. "Nos parece fenomenal", afirmó el responsable de Pesca.

El portavoz de Acerga matizó que el aumento de 5.000 toneladas de jurel en la zona VIIIc (entre Fisterra y el golfo Vizcaya), estipulado en el reparto de las cuotas para los buques del Cantábrico Noroeste que se publicó ayer en el Boletín Oficial del Estado (BOE), no es "lo que parecía". Según García, Pesca les explicó que el incremento final que corresponde a su segmento de flota no alcanza las 1.000 toneladas. García criticó el "poco tiempo" que tuvo el sector para estudiar el documento publicado ayer, por lo que acudieron a la reunión "muy equivocados".

El Ministerio emplazó a los sectores andaluz y gallego a ponerse de acuerdo para cambiar el reparto de anchoa en la IXa (de Fisterra a Cádiz), que da solo el 1,14% de la cuota total de esa zona al cerco gallego. La Xunta había pedido la semana pasada que se reserve para Galicia un 10% de este cupo, que sería devuelto si no pudiera pescarse.

En el caso de la sardina, Hermida informó de que el día 22 se celebrará una reunión entre España y Portugal para acordar las capturas de 2016, que los científicos aconsejaron reducir un 90%. El secretario general de Pesca anunció que buscará las fórmulas para que los cupos se mantengan como este año "entre 14.000 y 19.000" toneladas.