Exhaustos pero visiblemente satisfechos con la operación de rescate, 16 de los 22 marineros, de entre 20 y 50 años, que tripulaban el mercante Modern Express, rescatados ayer a 148 millas de cabo Ortegal, desembarcaron pasadas las seis de la tarde de ayer en el aeropuerto de Alvedro, adonde los trasladó el Helimer 401 tras un complejísimo rescate en alta mar, entre olas de seis a nueve metros.

Los 16 tripulantes fueron asistidos en el hangar del Helimer por personal de Cruz Roja que les suministró víveres y mantas. Alrededor de las 19:00 horas, los marinos abandonaron Alvedro a bordo de tres furgones de la Cruz Roja. Visiblemente fatigados se limitaron a levantar sus pulgares para mostrar su satisfacción por que la operación de rescate hubiera sido un éxito.

Sobre las causas de la deriva del buque, uno de ellos descartó que fuera originada por un impacto. "Pudo ser cosa del oleaje", explicó. En el momento del rescate, el barco navegaba en unas condiciones climatológicas y de mar muy adversas: Mar gruesa, olas de seis a nueve metros y vientos del suroeste de fuerza 8. Salvamento Marítimo destacó que la climatología "dificultó" la operación de rescate en la que las grúas de los helicópteros ascendieron uno a uno a los 22 tripulantes.

Tras ser atendidos por personal de Cruz Roja, alguno de los marinos fue trasladado al Complejo Hospitalario Universitario A Coruña (Chuac), para recibir asistencia por golpes muy leves. Debido a que todos se encontraban en la cubierta del buque en el momento del rescate, ninguno presentaba síntomas de hipotermia, y solo uno de ellos necesitó someterse a una radiografía debido a una contusión para descartar lesiones graves. El personal sanitario también les suministró tratamiento farmacológico.

Reunión con sus compañeros

Los marinos fueron trasladados posteriormente a un hotel, donde se reunieron con sus seis compañeros, que fueron evacuados al helipuerto de Celeiro (Lugo) tras ser rescatados por el helicóptero Pesca 2, de la Consellería do Mar. El grupo llegó a la localidad lucense en torno a las 18:30 horas de ayer. Tras ser evaluados y constatar que se encontraban en buen estado, la casa armadora, de origen coreano, decidió que se reunieran con el resto de marinos.