La tragedia vuelve a azotar al sector pesquero gallego. Dos marineros desaparecieron en la tarde del viernes cuando faenaban al sur de las islas Cíes. Pese a la intensa búsqueda que se desarrolló durante la noche y todo el día de ayer, los medios desplegados por el Servizo de Gardacostas de Galicia y Salvamento Marítimo solo pudieron encontrar algunos restos de la embarcación en la que faenaban, Látigo, en las proximidades del pequeño islote conocido como Agoeiro. A bordo de barco iban los dos desaparecidos: Francisco Borja Alonso, de 33 años, y Filipe Manuel de Brito Carvalho, de 30, que se encontraban pescando lubina. El primero es hijo del expatrón mayor de la cofradía de Vigo, Julio Alonso, que fue el primero en salir en su búsqueda al no saber nada de ellos. A él se unieron hasta cinco cerqueros y demás embarcaciones pesqueras de la ría.

La alerta la dio el propio Julio Alonso en torno a las 20.00 horas del viernes, preocupado porque no sabía nada de su hijo desde hacía dos horas, cuando lo llamó para saber cómo estaba yendo la faena. En ese momento, Borja le dijo a su padre que harían el último lance y volverían a tierra. Habían salido de puerto a las ocho de la mañana para pescar lubina con línea y cordel (anzuelos) y, ante el retraso y la falta de señal en los móviles, el expatrón mayor decidió salir en su búsqueda acompañado de su hermano. El Centro de Salvamento Marítimo de Vigo organizó el operativo de búsqueda a las 22.30 horas, pero la oscuridad y el mal tiempo impidieron que hubiese resultados.

La única noticia positiva que arrojó el rastreo de la zona, que se extendió por la tarde hasta las islas Ons, fue el hallazgo de los restos de la embarcación, de tan solo cinco metros de eslora y casco de poliéster. Los localizó el helicóptero Pesca 1 en torno a las dos de la tarde de ayer, situados a 300 metros del faro que hay en la entrada sur de las islas Cíes, donde el mar rompía con violencia y la posibilidad de acercarse eran nulas. "El mar está muy mal, muy peligroso", decía ayer José Manuel Saavedra, patrón del pesquero Colomba Tercero. Él y otros cuatro patrones de cerco, así como otras embarcaciones de menor tamaño, acudieron a la llamada de la Capitanía Marítima a primera hora de la mañana para incorporarse a la búsqueda, pero esta fue un "fracaso total", como indicaba Roberto Crespo, patrón del Novo Baloeiro.

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"Estuvimos por fuera de las Cíes, que había un tiempo malísimo, pero nada. Las esperanzas son poquísimas por las horas que pasaron desde que desaparecieron", lamentó Crespo. Ángel Bouzón, del Mi Nombre Cinco, explicó que encontraron unas cajas pero que de los dos jóvenes no había noticias: "Solo Dios sabe dónde pueden estar", apuntó. Junto a los restos apareció también un zapato, pero se desconoce si pertenecía a alguno de los dos desaparecidos.

Mientras, Misael García, actual patrón mayor de Vigo, se acercó hasta las islas Cíes. Subió al faro para poder ver desde lo alto toda la zona y tratar de localizarlos. "Llevaban la típica planeadora que todos usamos. En estas condiciones, algún golpe de mar que no te esperas te puede hacer naufragar", explicó.

Además del Pesca 1 y un helicóptero de la Policía Nacional de Vigo, en el dispositivo de búsqueda participaron la Salvamar Mirach y el María Pita de Salvamento Marítimo, el Paio Gómez Chariño y el Valentín Paz Andrade de la Xunta, así como el Corvo Mariño de la Guardia Civil. En torno a las 19.00 horas, cuando la falta de luz dificultó más la búsqueda, Sasemar dio por concluido el operativo, que se retoma hoy.

Borja acababa de ser padre

Francisco Borja Alonso, miembro de la junta general de la cofradía de pescadores de Vigo e hijo del anterior patrón mayor, Julio Alonso, acababa de ser padre. A sus 33 años (34 en marzo), estaba casado, tenía otra hija de unos 3 años y era principalmente conocido por ser percebeiro. "El mejor de la ría", decía ayer su progenitor.