El presidente de la Federación Galega de Confrarías de Pescadores, Tomás Fajardo, seguirá al frente de la entidad pese a que la mayoría de los patrones mayores que participaron ayer en Santiago en la moción de confianza a la que se sometió dejaron claro el rechazo a su gestión. La asamblea contó con la presencia de 100 patrones o vicepatrones mayores con derecho a voto y de ese centenar de sufragios emitidos, 62 reprobaron el liderazgo de Fajardo en los últimos meses, por lo que exigían su dimisión.

El presidente de los pósitos gallegos aceptó someterse a la moción de confianza pero anunció que sólo dimitiría si votaban en contra de su gestión tres quintas partes del censo, al menos 76 de las 126 personas con derecho a voto (el patrón y el vicepatrón de las 63 cofradías gallegas). Como los 62 votos emitidos en su contra no alcanzan esa mayoría cualificada, Fajardo decidió continuar al frente de la Federación Galega de Confrarías. "Me siento legitimado para seguir", indicó a este diario el también patrón mayor de Porto do Son poco después de finalizar las votaciones.

El encuentro para celebrar la "cuestión de confianza" -figura no incluida en los estatutos de la entidad y que solicitó la Federación Provincial de Cofradías de Pontevedra- comenzó a las 10.30 horas en la sede de la federación en Milladoiro, en el Concello de Ames, con la presencia de 100 patrones o vicepatrones de los pósitos gallegos. "Los estatutos no prevén la celebración de una cuestión de confianza y sí la moción de censura, pero esta última no se solicitó. Por eso requería que votasen en contra de mi gestión tres quintas partes del censo, que es lo que establecen los estatutos", relató Fajardo. Los 62 votos en su contra, frente a los 37 que sí lo apoyaron (y un voto en blanco) no alcanzaron ese 60% que exigía, por lo que decidió no dimitir. Esos 62 votantes disconformes con su labor equivalen solo al 49% de los 126 que tienen derecho a voto en la federación.

¿Y cómo afronta ahora el presidente la nueva situación? "No de la misma manera que antes, pero tampoco fueron mayoría los apoyos al principio", explica Fajardo en referencia a los comicios en los que fue elegido presidente, en los que había otros dos aspirantes al cargo. "Mi intención no es generar división, quiero unir y no separar", añade.

Críticas a la decisión

Mientras, José Manuel Rosas, patrón mayor de Bueu y anterior vicepresidente de la federación, hasta que dimitió el mes pasado, señaló que se esperaba el resultado de la asamblea, "pero no la reacción del presidente". "La lectura no puede ser más clara: de 100 votos, 62 pidieron que se fuera. Creo que debería haber tomado cartas en el asunto, tener dignidad y marcharse. Pero si no quiere, está en su derecho", reconoció Rosas.

La dimisión del patrón mayor de Bueu como miembro de la directiva de la Federación Galega fue el desencadenante por el que la provincial de Pontevedra exigió la dimisión de Fajardo. Los problemas surgieron durante el conflicto de la flota de cerco, después de que las cofradías llegasen a un acuerdo para hacer una propuesta a la conselleira do Mar, Rosa Quintana, que el líder de los pósitos gallegos optó por no presentar al entender "que no era el momento". Los cerqueros no entendieron esa decisión unilateral de Fajardo y reprobaron su actitud.

"No son cosas agradables pero la situación es la que es. El momento contextual es complicado para todos e intentaré hacerlo lo mejor que pueda, que sé y que se me permita", concluyó Fajardo, con la idea de zanjar el debate sobre si es el idóneo para ocupar el cargo.

En otro de los puntos del día, la asamblea de los pósitos gallegos tenía que ratificar también la manifestación del próximo día 27 de febrero en defensa del sector del mar. Los asistentes confirmaron que dentro de dos semanas marcharán por las calles de Santiago. Está previsto que la protesta comience a las 11.30 horas en la plaza del Obradoiro y finalice a las 14.30 horas.