La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) ha publicado un informe sobre el mercado de pescado de cara a este año en el que señala que las descargas mundiales de especies demersales (de fondo) aumentarán en 220.000 toneladas, lo que supone un crecimiento del 3% respecto a las aproximadas 7,11 millones registradas durante el pasado curso. Además del abadejo capturado en Alaska, buena parte de la culpa la tendrán las capturas de merluza, eglefino o carbonero. Las previsiones de la organización contrastan de manera frontal con la intención de la UE de prohibir el arrastre de fondo a su flota en "caladeros específicos", como aseguró recientemente el secretario general de Pesca, Andrés Hermida. La flota también está pendiente de conocer a qué distancia, ya que por el momento se baraja que sea por debajo de 800 metros.

La FAO espera que las capturas de abadejo aumenten de 342.000 toneladas en 2015 a 366.000 este año. En el caso del carbonero se llegará a las 304.000 toneladas (293.000 el año pasado), mientras que en el de la merluza se pasará de 880.000 a 915.000 toneladas, casi un 4% más. Se prevé que aumenten también las descargas del abadejo de Alaska de 3,2 millones de toneladas a 3,4. La FAO aguarda que las capturas de bacalao del Atlántico permanezcan estables en torno a 1,3 millones de toneladas, aunque la organización concreta que los precios aumentarán entre un 14 y un 15%. Para otras especies de fondo se espera que los cambios sean menores.

Los datos, anunciados en la conferencia Groundfish Forum celebrada en Ciudad del Cabo, Sudáfrica, apuntan también a un repunte en Rusia, que aguarda aumentar sus desembarques totales a 5 millones de toneladas en 2015, frente a los 4,2 millones de 2014. 2,4 millones serán de pescado de fondo.