La xarda (o caballa) por fin comienza a aparecer en Galicia. Lo que en circunstancias normales sería un alivio para la flota de cerco, que atraviesa un 2016 muy difícil y marcado por los temporales y la escasez de recurso, supone en realidad una frustración añadida, ya que los armadores aseguran que, con sus "míseras" cuotas, poco pueden pescar.

"La caballa viene para morir", lamenta el presidente de la Asociación de Armadores de Cerco de Galicia, José Blanco, que critica que se "desperdicie" esta especie mientras la flota gallega se ve obligada a depender de la anchoa del Cantábrico, muy abundante pero con unos precios por los suelos. "Si hubiese unos cupos de xarda como nosotros demandamos, la pesca se podría regular mejor y no tendríamos que dedicarnos todos al bocarte", explica Blanco, que añade que, de esta forma, la flota podría repartirse entre Galicia y el Cantábrico. "Se reducirían los costes y mejorarían los precios. Esto pasa por planificar mal, ahora pescamos la anchoa del año que viene", advierte Blanco.

Mientras, la situación es todavía más complicada para los barcos que no se desplazaron hasta el golfo de Vizcaya para capturar bocarte. "No entiendo por qué tenemos que ir al País Vasco si tenemos xarda de sobra aquí; es un disparate", censura un armador de Malpica. El sector indica que se trata de ejemplares de gran tamaño que se llegan a vender a 1,30 euros por kilo, unos precios mucho más altos que los logrados semanas atrás en la campaña del Cantábrico, cuando el kilo rondaba los 60 céntimos.

El cerco no es el único sector afectado por la escasez de cuotas de xarda. La flota de artes menores ya agotó su cuota mientras faenaba en el Cantábrico, antes de que esta especie migratoria alcanzase las aguas gallegas. Estos armadores solo pueden pescar hasta 300 kilos de caballa si cae en sus redes por accidente, una cantidad que consideran "irrisoria".

Las descargas de esta especie en los puertos gallegos cayeron más de un 40% en 2016 con respecto al mismo periodo de 2015 y el valor de las ventas descendió en 500.000 euros. Bruselas redujo un 15% la cuota de xarda para 2016 en el caladero Cantábrico Noroeste, hasta 33.700 toneladas, y el sector denuncia que el reparto de este cupo, individual y en función de registros de capturas históricas, perjudica a la flota gallega respecto a la vasca.