El Parlamento Europeo (PE) aprobó ayer una resolución para exigir a la Comisión Europea y a los estados miembros un mayor control sobre la trazabilidad de los productos pesqueros en la UE. La Eurocámara manifiesta su "preocupación" ante los resultados de diversos estudios que muestran niveles "significativos" de etiquetado "incorrecto" en los estados miembros, por lo que apuesta por una vigilancia "sólida" desde el desembarque hasta el consumo y propone la creación de un certificado ecológico común para la pesca comunitaria con el objetivo de impulsar al sector.

La resolución partió de una pregunta del presidente de la Comisión de Pesca de la Eurocámara, Alain Cadec, a raíz de un informe de la organización ecologista Oceana que denuncia que uno de cada tres pescados servidos en restaurantes de Bruselas -incluso en edificios de la UE- no se corresponde con la especie que paga el consumidor, sino que se sustituye por otras hasta un 40% más baratas. El Parlamento también denuncia etiquetados "confusos", como en la zona pesquera IXa (de Fisterra al golfo de Cádiz), donde el producto gallego es certificado como "de aguas portuguesas".

El documento del PE aboga por la creación de una mesa de trabajo para "armonizar" la trazabilidad de los productos entre los países miembros, el establecimiento de un sistema externo a los países para verificar los etiquetados voluntarios y la implantación de un certificado ecológico para el pescado de la UE. Estas medidas facilitarían, según los europarlamentarios, mejorar la confianza del consumidor y reforzar el mercado comunitario, factores "clave" para reducir la dependencia comercial de las importaciones de pescado e impulsar el desarrollo económico de las comunidades costeras europeas.

Oceana, autora del estudio que motivó la resolución, celebró la postura de la Eurocámara e instó a la UE a realizar un informe general sobre el producto vendido en restaurantes de todos los países miembros para dilucidar "cuándo, cómo y por qué" se certifica mal el pescado.

Mientras, las conserveras gallegas justo celebraron ayer unas jornadas sobre el etiquetado en los productos que elaboran. La patronal del sector, Anfaco, demandó una flexibilización de la normativa que estipula lo que debe figurar en las latas de conservas, ya que entiende que existe una "excesiva" legislación que es necesario "sintetizar" y hacer "entendible" para todo el mundo. El secretario general de la patronal, Juan Vieites, también restó importancia a los informes que denuncian la trazabilidad deficiente en la UE. "De los cientos de millones de toneladas de alimentos que se producen, en los últimos estudios publicados solo se encontraron unas 10.000 toneladas fraudulentas en 57 países", matizó Vieites, que añadió que el consumidor puede estar "tranquilo", ya que las "garantías" no las dan las instituciones, sino las empresas. "Lo primero en lo que se fija el consumidor es en el precio", sentenció.