Hoy se cumplen 111 días desde que el Helimer 401, el nuevo helicóptero de Salvamento Marítimo con base en A Coruña, quedó inoperativo por la decisión de la Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA, por sus siglas en inglés) y las autoridades españolas todavía no saben cuándo podrá volver a prestar servicio. Tanto el organismo europeo como Sasemar se encuentran a la espera de un informe del Gobierno noruego sobre las causas del accidente de una aeronave de este modelo en el mar del Norte el pasado mes de abril, en el que fallecieron 13 personas, y que llevó a la EASA a prohibir el pasado 2 de junio la actividad de todas las unidades Eurocopter Super Puma H225 "hasta nueva orden".

"Una vez que salga el informe, se actuará en consecuencia, pero no hay ningún plazo fijado", indicaron fuentes del organismo dependiente de Fomento. El Helimer 401 es el más moderno de la flota de Salvamento y llevaba operativo desde febrero del año pasado. Los responsables de Sasemar remarcaron en su día que el servicio de salvamento en Galicia no se vería afectado por la inhabilitación puesto que había en la base coruñesa un helicóptero de prestaciones similares para sustituirlo. Se trata de un Sikorsky S-61N, el modelo de mayor porte que operaba desde el aeródromo de Alvedro antes de la entrada en servicio de la nueva unidad.

La medida de la EASA también exige la revisión de los aparatos como el accidentado, caso del Helimer coruñés, al sospechar que el siniestro se produjo por problemas técnicos derivados de alguna deficiencia en el ensamblaje de las unidades. El helicóptero siniestrado en aguas de Noruega tenía un uso comercial, para la industria petrolera, pero la EASA cree que los problemas técnicos pueden ser generalizados en este modelo, algo que afecta al aparato de Sasemar pero también a otros de uso civil y comercial que operan en España.

Fomento compró el Eurocopter Super Puma H225 para sustituir al viejo Helimer Galicia, que llevaba más de 20 años en activo. El Gobierno optó por este modelo fabricado por Airbus por ser el más parecido a su precedente, con mayor autonomía, capacidad y mejores características técnicas para actuar en condiciones meteorológicas adversas como las de la costa gallega.

Mientras se aclara la situación del helicóptero coruñés, Salvamento Marítimo encargó recientemente la construcción de dos nuevas embarcaciones de rescate, una de las cuales será destinada a A Coruña. El nuevo barco sustituirá a la Salvamar Mirfak que, aunque se halla en buenas condiciones, superó con creces el tiempo habitual de uso y ya no responde a las exigencias del litoral de Galicia.

Estas nuevas unidades, de 21,50 metros de eslora y que requerirán tres tripulantes cada una, son adecuadas para el rescate de náufragos, así como para remolcar y asistir otros buques.