El Ministerio de Agricultura liberó ayer bajo fianza el arrastrero pelágico francés Le Dolmen, retenido en el puerto de A Coruña desde la tarde del lunes por supuestas infracciones pesqueras. "Se sigue el procedimiento habitual y las investigaciones continúan para confirmar si hubo algún tipo de falta", indicaron fuentes ministeriales, que no precisaron la cuantía de la fianza.

El pesquero se encontraba en A Coruña junto a su pareja, Les Menhirs, que decidió acompañar a su compañero a puerto tras su detención por parte de la patrullera de la Armada Tarifa. El Gobierno aseguró anteayer que ambos barcos pescaban "legalmente".

Mientras, los inspectores del Ministerio de Agricultura retuvieron el miércoles otros dos arrastreros pelágicos de bandera francesa en el puerto vasco de Pasaia por no haber declarado la captura de once piezas "de gran tamaño" de atún rojo, además de túnidos tropicales "no autorizados" y una "pesca menor" de una clase de atún conocido como patudo.

Se trata de los barcos Magellan y Ludivene. Los efectivos de la Dependencia de Agricultura y Pesca de la Subdelegación del Gobierno en Gipuzkoa hallaron tres atunes rojos que pesaban 545 kilos en el primero y, en el segundo, ocho piezas con un peso total de 1.337 kilos que no habían sido incluidas en la declaración electrónica previa.

Ambas embarcaciones permanecerán en el puerto de Pasaia hasta que abonen la garantía o aval que determine la Secretaría General de Pesca, según informaron fuentes gubernamentales. La pesca decomisada será entregada al Banco de Alimentos de Bizkaia.

El Gobierno intensificó la presión sobre los arrastreros pelágicos franceses, que utilizan artes prohibidas para la flota española, tras las numerosas quejas del sector, que denuncia que los pesqueros galos provocan "estragos" en las especies que no son su objetivo comercial.