El sector pesquero gallego critica que la Xunta no publique las alegaciones que la Consellería do Mar envió al borrador de real decreto de ordenación marítima del Gobierno central. Una representación de varias cofradías de la ría de Arousa, parquistas y plataformas en defensa de las rías, así como la Asociación de Armadores de Artes Menores de Galicia (Asoar-Armega) y Mexillón de Galicia, reunida ayer en Carril, exigió al departamento que dirige Rosa Quintana que saque a la luz el texto remitido a Madrid y censuró la "falta de transparencia" del Ejecutivo gallego. "Cuando la UE quería prohibir el xeito también dijeron que presentaron alegaciones, prometieron que las enviarían, y seguimos esperando, tanto aquí como en Bruselas", aseveró el patrón mayor de Rianxo, Miguel Iglesias, durante el acto.

La flota considera que el texto del Gobierno prima actividades como la "acuicultura industrial" y las prospecciones petrolíferas, al considerarlas "de interés general", frente a la pesca y la "acuicultura tradicional". También opina que el real decreto invadiría competencias autonómicas, aunque los asesores jurídicos de la Consellería aseguran que, "a priori", no existe tal invasión.

Las asociaciones reprobaron además la política autonómica en el ámbito del berberecho, muy perjudicado por el parásito marteilia, y acusaron a la Xunta de "comprar a gente" con "el dinero para sanear las rías".

Sector mejillonero

Mexillón de Galicia cargó, por su parte, contra el "plan de modernización" del sector mejillonero presentado anteayer por Quintana. "No sirve de nada aumentar la superficie de las bateas si no se solucionan problemas estructurales como el saneamiento de las rías o el correcto etiquetado del mejillón", indicó el vocal de la organización, Alfredo Otero, que calificó la iniciativa de "caramelo envenenado", pues "permitirá" la entrada de multinacionales. Otero reclamó al Gobierno que declare la producción de mejillón como actividad de interés general para que el sector tenga "protección legal" frente a la acuicultura industrial o el producto foráneo.

Las cofradías estudian en estos momentos el proyecto de Mar, de adscripción voluntaria, ya que el crecimiento de las bateas puede ser conflictivo, pues reduciría el espacio para pescar. El patrón mayor de O Grove, Ramón Otero, lo explicaba ayer a este diario: "Como bateeiro, me parece una medida positiva, pero como pescador no puedo permitir que se amplíe la superficie de las bateas, por lo que habrá que analizar el plan detenidamente".

Fuentes del sector bateeiro indican, sin embargo, que la modificación de las vigas mayores permite aumentarlas de 27 a 30 metros de largo, lo que solo supondría ocupar un 9,2% de la superficie total de la concesión, frente al 5,5% actual.