El Helimer 401, helicóptero de Salvamento Marítimo asignado a la base de A Coruña, no estará operativo hasta comienzos de 2017 pese a que la Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA, por sus siglas en inglés) levantó la semana pasada la suspensión de vuelo a los Eurocopter Super Puma H225, decretada tras el accidente de un aparato de ese modelo en el que murieron 13 personas en Noruega el pasado mes de abril.

El motivo de la demora es que la resolución de la EASA establece que estos helicópteros, fabricados por Airbus, necesitan varios cambios de engranajes en la caja de transmisión principal para garantizar unos niveles aceptables de seguridad durante el vuelo. "Tenemos que encargar y preparar esas piezas, por lo que llevará unos meses tenerlo todo listo. Calculamos que hasta enero o febrero no estará operativo", indicaron a este diario fuentes de Salvamento.

El análisis realizado por Airbus Helicopters revela que la "causa probable" del siniestro registrado en abril fue la rotura de un elemento de la caja de transmisión principal, que mostraba "fatiga y degradación" en la superficie. El mecanismo afectado cuenta con dos posibles configuraciones y las pruebas realizadas por el fabricante determinaron que una de ellas ofrece una mayor resistencia que la instalada en el caso del accidente de Noruega. Por ello, la EASA opta porque todos los helicópteros operativos tengan esta segunda configuración.

Además, las piezas de la caja de transmisión deberán ser reemplazados de forma periódica, antes de que superen los parámetros de vida útil establecidos. Como medida adicional, otros elementos de los helicópteros, como algunas piezas del ensamblaje o los filtros de aceite, deben revisarse diariamente o tras 10 horas de actividad para comprobar que son aptos para el vuelo.

Mientras, la investigación del Gobierno noruego continúa. Por ello, la autoridad aérea del país nórdico decidió mantener la suspensión a los Super Puma pese a la resolución de la EASA, una decisión que también tomó Reino Unido.