Las descargas de pulpo fresco en las lonjas gallegas hasta el 30 de septiembre alcanzaron las 700 toneladas, de forma que casi triplican las del mismo periodo de 2015, cuando se registraron 250 toneladas. La Conselleira do Mar, Rosa Quintana, explicó ayer estas cifras durante las jornadas técnicas sobre el proyecto de evaluación de la pesquería del pulpo, organizadas por las cofradías gallegas con el fin de decidir un nuevo plan de gestión. El valor económico alcanzado en primera venta del cefalópodo en esta campaña supera los cuatro millones de euros, frente a los 1,6 de 2015.

Quintana destacó la "necesidad" de proteger el recurso y preservarlo para futuras campañas, dado que el sector del pulpo está compuesto por una flota de 1.248 barcos y que emplea de forma directa a 3.000 personas.

El sector celebra entre ayer y hoy, junto a miembros de la comunidad científica y la Administración, el seminario final del proyecto de evaluación de pesquería del pulpo de Galicia, promovido por la Federación Galega de Confrarías y la Organización de Productores Artesanales de Galicia (Opaga), y que cuenta con financiación de la Consellería do Mar. El proyecto busca consensuar directrices para mejorar la gestión y definir un nuevo marco plurianual de ordenación.