El Ministerio de Pesca impuso ayer un tope semanal de cien kilos de merluza por embarcación para la flota artesanal del Cantábrico Noroeste debido a que ya superó las 1.000 toneladas que tenía asignadas para este año. El sector podrá continuar la pesca de esta especie gracias a un adelanto del 10% del cupo de 2017, según informa el presidente de la Federación Galega de Confrarías de Pescadores, Tomás Fajardo, que explica que los pósitos gallegos aprobaron la medida mediante una consulta reciente.

Fajardo califica como "positivo" que la flota pueda proseguir la pesca de merluza y espera que se mantenga hasta el 31 de diciembre. "Como en la mayoría de pesquerías de artes menores, no se realiza una pesca dirigida en exclusiva a la merluza, pero no podemos prescindir de ninguna especie", afirmó.

Mientras, el Gobierno prohíbe desde hoy las capturas de raya mosaico en la zona VIIIc (de Fisterra al golfo de Vizcaya) tras agotarse la escasa cuota -ocho toneladas- habilitada para la pesca accidental de esta especie vulnerable. Este cierre no afecta al stock general de la raya, para el que en estos momentos solo se permiten capturas no dirigidas. Además, la pesquería de raya mosaico continúa abierta en la zona IXa (de Fisterra al golfo de Cádiz), donde los barcos pueden descargar hasta 12 toneladas con un tope diario de 40 kilos por embarcación.

El Ministerio de Pesca también anunció ayer que permitirá de nuevo la pesca de besugo desde el próximo lunes, 28 de noviembre. El departamento que dirige Isabel García Tejerina decretó el pasado 10 de octubre el cierre "provisional y precautorio" de la pesquería de la especie en aguas de la UE y aguas internacionales de las zonas Vl, Vll y Vlll, con la intención de reservar parte de la cuota del stock para la campaña de Navidad, cuando el besugo se convierte en uno de los pescados más cotizados en los mercados.