Los pescadores definen la abundancia de cabalón -o xarda pintada- como "una plaga" en las rías gallegas y los patrones aseguran que es lo "único que hay en el mar". La especie desplaza a las demás en aguas del litoral de la comunidad y llena desde hace un par de meses las redes de los cerqueros, que ya descargaron más de 23.000 toneladas, lo que supone un récord a estas alturas para un pescado que hace quince años no llegaba ni a los 100.000 kilos en las lonjas gallegas.

La flota desembarcó en lo que va de año más cabalón que en todo 2016 por un valor de 9,5 millones de euros, según las cifras provisionales de la Plataforma Tecnolóxica da Pesca, dependiente de la Consellería do Mar. Aunque puede parecer que es un gran negocio para los armadores, lo cierto es que su precio es muy bajo (una media de 40 céntimos el kilo en lo que va de año) y aleja a otras especies de mayor interés comercial, como son la sardina, el jurel o la caballa, entre otras.

El cabalón invadió la comunidad y eso se nota en las descargas: a estas alturas se vendió más de esta especie que de la suma de las otras que son objetivo de este segmento de flota. Así, de jurel apenas se subastaron 10.300 toneladas, de caballa solo 7.700, de sardina 2.220 y de anchoa 647. Los precios medios son superiores y el conjunto alcanzó un valor de 22,1 millones de euros.

"Es una situación inusual", señala el portavoz de la Asociación de Armadores de Cerco de Galicia (Acerga), Andrés García, que matiza que si el cabalón fuera más grande tendría mejor precio y otro destino, porque solo una parte residual va para las conserveras mientras el resto es para congelar.