Los responsables de pesca de España y Portugal trabajan para cerrar un acuerdo pesquero bilateral en el mes de noviembre -el actual expira el 31 de diciembre-, de tal forma que sea presentado ante la Unión Europea para que le de su visto bueno y pueda entrar el vigor el 1 de enero del próximo año. En él estará incluido un plan de gestión para la sardina, especie que vive una situación crítica según los científicos y que podría suponer un punto de inflexión para los pescadores de cerco y del xeito gallegos.

El secretario general de Pesca del Gobierno español, Alberto López-Asenjo, admitió en Gijón que la situación de la sardina "es preocupante" y que sería una "irresponsabilidad" no ver los riesgos que traen consigo las previsiones de los científicos. Estos alertaron en su último informe, publicado a principios de verano, que aunque se deje de pescar la especie durante 15 años, no se podría dar una recuperación de la biomasa a unos niveles saludables.

López-Asenjo indicó en declaraciones al medio El Comercio que valoran alternativas para elaborar un plan de gestión que permita mantener las posibilidades de pesca sobre la especie -aunque no sean las 17.000 toneladas fijadas para este año entre los dos países- y que ésta mejore, poco a poco, el momento crítico que atraviesa. "Se puede aplicar un máximo diario o semanal por barco y establecer vedas por zonas para dirigir las capturas especialmente hacia los ejemplares mayores", comentó el responsable de Pesca.

Los científicos del Consejo Internacional para la Exploración del Mar (ICES, por sus siglas en inglés), que realiza estudios para la Comisión Europea, fueron los que dieron la voz de alarma sobre la situación de la especie. El delicado estado de la sardina redujo sus descargas en Galicia un 74% en diez años, tal y como publicó este periódico. Mientras, los barcos descargaron en las lonjas de la comunidad hasta ahora más de 2.315 toneladas, un 21,3% menos que en el mismo período de hace un año.

Los comentarios llegaron al tiempo que la Associação dos Armadores de Portugal criticaba el futuro incierto que les esperaba sin un acuerdo entre los dos países. El secretario general de los pescadores del país vecino, Luís Vicente, temía que los barcos españoles invadieran las aguas lusas. La ministra de Mar de Portugal, Ana Paula Vitorino, comentó también a finales del pasado mes que debido a la escasez de sardina en el país, el Instituto Português do Mar e da Atmosfera (IPMA) desarrollará una expedición científica para evaluar el estado de la especie en sus aguas.