La reunión anual de la Organización de Pesquerías del Atlántico Noroeste (NAFO, por sus siglas en inglés), que decide el reparto de los Totales Admisibles de Capturas (TAC) para las especies que se encuentran en estas aguas próximas a Canadá, tocó ayer a su fin con un balance que la flota gallega considera positivo. Especies de relevancia para el sector en estos caladeros, como el calamar o la raya, mantienen invariables sus cuotas, mientras que otras como el fletán la ven ampliada y el bacalao esquiva la tentativa de los científicos de aplicar un tijeretazo del 50% hasta dejarlo en menos de la mitad.

Fuentes del sector valoran que el pacto logre unas condiciones más ventajosas para los buques de Galicia que tienen licencia para faenar en el caladero de lo que cabría esperar antes del encuentro. "Los resultados son bastante satisfactorios" subraya el gerente adjunto de la Cooperativa de Armadores de Vigo (ARVI), Edelmiro Ulloa.

El representante de los armadores se muestra especialmente satisfecho con el acuerdo para el bacalao. Según los términos acordados en este cónclave en Montreal (Canadá), el TAC asignado para la especie en estas aguas situadas a menos de 200 millas de la costa del Atlántico noroeste se reduce un 20% en 2018, hasta las 11.145 toneladas. Un descenso que es menos de la mitad de lo que auguraba la flota gallega antes de que el pasado lunes se iniciase la reunión. "Nos temíamos una reducción del 41%", comenta Ulloa.

Esta disminución se sitúa en línea con la recomendada por los científicos del Consejo Internacional para la Exploración del Mar (ICES) para otros caladeros como el del mar de Barents, que baña las costas del norte de Noruega y Finlandia.

La otra especie que junto al bacalao también ve reducido su tope de capturas es el mendo, que pasa de las 2.225 toneladas asignadas para este año a las 1.116 que se establecerán como tope de cara al próximo ejercicio.

Los TAC, por otro lado, se amplían para especies como la gallineta capturada en la zona NAFO 3M y para el fletán negro. El más significativo es el incremento que recibe el primero. En tan solo un año se eleva un 50% y pasa de las 7.000 toneladas que marcan el tope en 2017 a las 10.500 toneladas que se establecerán en 2018. El aumento será ligeramente más reducido en el caso del fletán negro, que pasará de las 14.799 toneladas asignadas para este año a las 16.500 toneladas que se establecen para 2018.

Paradójicamente, del mismo modo que el aspecto más positivo del acuerdo se encuentra en una reducción de TAC (la del bacalao), el más negativo está en una especie para la que éste se revisó al alza (el fletán negro). Sobre este último, Edelmiro Ulloa resalta que se quedó "un poco por debajo" de las expectativas.

Especies que se mantienen

El organismo acordó mantener sin cambios el TAC para algunas de las especies con mayor presencia en las aguas del Atlántico noroeste. Este es el caso de las 34.000 toneladas anuales para el calamar, de las 17.000 para la limanda y de las 7.000 para la raya.