Las descargas de las principales especies para el cerco aumentaron en Galicia un 45% respecto a 2016 al superar las 65.702 toneladas subastadas en las lonjas gallegas hasta el pasado 15 de septiembre, frente a las 45.366 toneladas del año pasado. El alza de los ingresos fue inferior y hasta mediados de mes los centros de primera venta de la comunidad facturaron 41,95 millones, un 14% más que en 2016 (36,89 millones), por la venta de anchoa, sardina, caballa, caballa pintada o cabalón y jurel, según los datos provisionales disponibles en la Plataforma Tecnolóxica da Pesca, dependiente de la Consellería do Mar.

La especie que registró el mayor aumento fue el cabalón, del que los buques gallegos descargaron este año 39.887 toneladas, una vez y media más (154%) que el año pasado (15.689 toneladas). "Este es un año excepcional de cabalón, la flota se dedica mucho a él porque no está sujeto a TAC [Totales Admisibles de Capturas] y cuotas", explica el portavoz de la Asociación de Armadores de Cerco de Galicia (Acerga), Andrés García. Esta especie tiene un precio bajo en los centros de primera venta (0,37 euros por kilo, un 34% menos que en 2016), pero aún así los ingresos por su comercialización son un 70% superiores a los de 2016: las lonjas facturaron hasta mediados de septiembre 14,85 millones de euros. "Los precios son más bajos porque el cabalón es más pequeño, pero compensa pescarlo por las cantidades que se capturan", aclara García.

Los buques también descargaron 7.867 toneladas de caballa (un 13% más) por 7,62 millones de euros, a un precio medio de 0,97 euros por kilo, un 6% inferior al de 2016.

En cuanto a la anchoa, las lonjas recibieron un 2% más de producto que el año pasado, con 705 toneladas comercializadas por 1,29 millones de euros, un 18% menos que durante 2016 (1,57 millones). García apunta que este año "no hubo la de otros años" y que los barcos agotaron "rápidamente" el cupo del que disponían en la zona IXa, al sur de Fisterra. El precio medio bajó casi un 25%, hasta 1,83 euros el kilo.

"Las descargas de jurel descendieron ante el aumento de las de cabalón y porque gestionamos mejor la cuota, que es escasa, en el área del Cantábrico", explica el portavoz de Acerga, que insiste en que si no fuese por la caballa pintada, la pesquería de jurel "probablemente" ya estaría cerrada. Las lonjas subastaron hasta mediados de septiembre 13.938 toneladas (un 24% menos que el año pasado) por 12,46 millones de euros (un 10% menos), mientras que el precio medio del jurel aumentó casi un 19%, hasta los 0,89 euros por kilo.