Con Brexit o sin él, Reino Unido va a seguir contando con el respaldo de la Unión Europea en materia pesquera no se sabe bien por cuánto tiempo. Pero Galicia va a seguir perdiendo, también por tiempo indefinido, como lo viene haciendo desde que, en 1985, España accedió a la entonces Comisión Económica Europea (CEE) y, en 1986, se concretó la factura que, como "región" dependiente de la pesca, Galicia viene pagando para que -además del Reino Unido- Francia, Dinamarca, Holanda y Bélgica anoten anualmente en su cuenta de beneficios lo que la pesca les otorga vía Unión Europea.

Por si fuese poco, el cambio climático se lleva a los polos especies pesqueras que son objetivo de los barcos gallegos. Con lo que Galicia pierde otra vez.

Y un peldaño más en esta difícil escalera que la gente de la pesca gallega tiene que subir cada día: el reparto de TAC y cuotas no va a registrar variación positiva para esta autonomía que es Galicia, según afirmación del presidente de la Comisión europea, Jean-Claude Juncker. Un reparto que pesa cual losa en un sector que no logra levantar cabeza mientras los de otros países -entre estos los citados anteriormente- continúan beneficiándose, aún careciendo de flota que asimile los repartos de cuotas que les llegan como regalo cada año.

¿Somos una comunidad perdedora en Europa, seguimos llorando y recurriendo a la maleta antes que enfrentarnos al problema o, simplemente, no tenemos quien verdaderamente nos defienda en las instancias comunitarias europeas, en las que siempre salen ganando los mismos aunque carezcan de la capacidad pesquera necesaria para asumir aquello que gratuitamente se les otorga?

El señor Juncker no ha estado acertado en esa su aseveración de que la CE no va a modificar un reparto que sobradamente sabe no es justo con España y, menos todavía, en lo que respecta a Galicia, que padece las consecuencias de un reparto mal hecho desde hace ya treinta y un años. Y España, aguijoneada por Galicia en tal sentido, debiera hacer valer su derecho a protestar por una imposición que no hace sino perjudicar a la más importante comunidad pesquera de esa Europa constituida en una sociedad de mercachifles en la que el tuerto es el rey porque los demás somos ciegos.