La Secretaría General de Pesca decretó la eliminación de los topes semanales de merluza para las artes menores, que eran de 150 kilos por embarcación en el Cantábrico Noroeste. Este límite se estableció en junio tras la petición del sector para evitar un posible cese total de la actividad y controlar el consumo de la pesquería.
